El sector vitivinícola castellano-manchego vive uno de los momentos más positivos de su historia reciente, caracterizado por una recuperación de la comercialización (sobre todo internacional), y el registro de datos históricos al alza, tanto en valor como en volumen.
Se trata del mejor escenario posible tras la crisis sanitaria de 2020, ante los resultados de récord en las exportaciones de 2021, con más de 17 millones de hectolitros de producto (12,4 de vino y 4,6 de mosto), y su posicionamiento en mercados rentables.
Destaca, según el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, el “importante” incremento del precio unitario del litro de vino, que en febrero anotó un 19% de subida en la media regional.
Son cifras que en el arranque del año han marcado una clara tendencia de recuperación en el sector vitivinícola, y que previsiblemente se mantendrá en el tiempo, a tenor de las “buenas previsiones” de marzo y abril. Los datos preliminares de las bodegas en estos meses, explica Arroyo, apuntan a la consolidación del “dulce momento”, y podrán ser mejorados aún más entre los compradores nacionales e internacionales de la Feria Nacional del Vino (Fenavin).
Menos existencias y más facturación
Igualmente, esta coyuntura ha favorecido las salidas de los caldos desde los grandes depósitos y embotelladoras y, por tanto, ha reducido las existencias de vino y mosto regionales en un 15% en los primeros siete meses de campaña 2021-2022, en comparación a los fondos de la temporada precedente.
En concreto, las bodegas y cooperativas de Castilla-La Mancha guardaban a cierre de febrero 21,6 millones de hectolitros (de un total de 33,7 millones, entre los 22,8 de producción de campaña y los 10,9 de stock), 3,9 millones menos respecto a los 25,5 contabilizados en la misma fecha de hace un año.
Son datos que apuntan, explica Arroyo, a un enlace de campaña “muy bueno”, aunque el balance tendría que situarse a 31 de julio por debajo de los 10,9 millones de hectolitros registrados a final de la temporada 2020-2021. Precisamente, ese volumen fue superior en un 20,5% a los 8,9 millones de hl con que concluyó el ejercicio comercial precedente.
De las ventas, el consejero destaca el mejor comportamiento del vino blanco, con la comercialización de casi toda su producción, y la actual retirada de buena parte del volumen comprometido. El tinto, por su parte, “con más dificultades”, también ha iniciado esta deriva y “ha empezado a despegar en marzo y abril”.
Este conjunto de operaciones ha tenido reflejo en la facturación, con un destacado repunte anual. En concreto, los ingresos de las exportaciones vinícola de la comunidad registraron 837 millones de euros en 2021, “la segunda cantidad más alta de la historia”, tras la del 2018, que cerró con 900 millones.
Ha sido gracias al alza en el precio medio del litro de los vinos producidos en la región, que en febrero fue “casi siete (6,8) veces más alto que el que no tiene indicación o es granel”. Es un dato objetivo, “cada vez con más diferencia”, que, en opinión del titular autonómico de Agricultura, “indica el camino claro a seguir”, como es “apostar por el vino etiquetado, con el nombre de Castilla La Mancha”.
Por ello, Arroyo reitera “nuestra apuesta por el embotellado, para fidelizar a toda la cadena de venta y distribución”, a través de la promoción de las nueve denominaciones de origen de vino de la región, y la IGP ‘Vino de la Tierra de Castilla’, que además podrán optar a la “marca de marcas” ‘Campo y alma’, el marchamo regional de garantía que el Ejecutivo castellano-manchego ha empezado a difundir entre la gran distribución, los centros comerciales y la restauración “de nuestro país”.
Es una labor dentro la necesidad de seguir dimensionando las entidades vinícolas para vender productos cualificados. En este viaje, concreta Arroyo, no todo el vino producido en Castilla-La Mancha (con una media de 23 millones de hectolitros de vino y mosto por campaña) puede embotellarse, pero sí hay posibilidad de valorizar sus márgenes.
“La tendencia debe centrarse en aumentar el vino etiquetado con nuevas infraestructuras y empresas grandes que trabajen con la distribución alimentaria en España para poder competir en los mercados”, aunque también “estamos demostrando que somos capaces de vender vino de todas las variedades y tipologías”, reflexiona el consejero.
Se trata, recuerda, de un ámbito que representa cerca del 5% del Producto Interior Bruto (PIB) de la región.
Los números positivos también se acercan “cada vez más al objetivo que nos planteamos en el Plan Estratégico del Vino de la legislatura pasada”, que estimó para 2025 unos resultados de 2.500 millones de euros. “Estamos en la dirección correcta”, remacha Arroyo.
Mercados
No es menos positivo el interés de los clientes extranjeros durante el pasado año por los caldos más cualificados de la “bodega más grande del mundo”.
Sobresalen, subraya el consejero, mercados como Japón y Canadá, compradores prioritarios “de vino cualificado y de denominación de origen”, que han contribuido al repunte de los precios del vino envasado anotado hasta febrero.
Estos mercados en plena expansión para los vinos regionales registraron una de las facturaciones más altas.
De la misma forma, Países Bajos, Reino Unido y China, sumados a Francia, principal destino en granel, han sido clientes muy activos en los pedidos de vinos regionales.
Conflicto entre Rusia y Ucrania
¿Y cómo está influyendo en el sector la invasión de Rusia en Ucrania, sumada a la crisis mundial de suministro o el aumento de los precios de la energía?
Según Arroyo, una de las principales consecuencias del conflicto está relacionada con el mercado ruso, a donde los caldos castellano-manchegos llegaban antes de la confrontación (debido a su exigente normativa) a través de las repúblicas bálticas de Estonia, Lituania y Letonia. Tras el estallido de la guerra, los operadores “han redirigido” exitosamente estos productos a otros territorios.
En general y a tenor de los datos, las ventas del sector vinícola regional han mantenido en marzo y abril, ya en pleno conflicto, la tensión exportadora al alza registrada en el comienzo del año. Las previsiones “son positivas”, apunta el consejero. “Es la ventaja de un sector que vende a más de 130 países del mundo”, aplaude.
Fenavin
Estos crecimientos representan unas buenas cartas para jugar en la Feria Nacional del Vino (Fenavin), un evento enfocado a lograr que las exportaciones de vino español se multipliquen.
La feria, en su décima primera edición, goza de la apuesta conjunta de las administraciones públicas, que manifiesta el actual momento político libre de tensiones.
Al margen de la gran inversión de la Diputación provincial como promotora del evento, el Ejecutivo regional aporta medio millón de euros, destaca Arroyo, además de participar en diferentes acciones con la Fundación Tierra de Viñedos, y colaborar en actividades con la Interprofesional del Vino de España, las denominaciones de origen, y la IGP ‘Tierra de Castilla’. También introducirá y promocionará la marca ‘Campo y alma’.
De la misma manera, “desde el IPEX hemos contribuido a traer importadores para aumentar el negocio de la mayor bodega que es Castilla-La Mancha”.
En esta línea, el gobierno regional ha desarrollado en Almagro el foro ‘Culinaria Pro’, promovido para impulsar el turismo y la restauración regional. En lo referido al vino, ha contemplado un encuentro de bodegas regionales, con el objetivo de reforzar la nómina de importadores.
“Atraer la presencia de compradores requiere de mucho esfuerzo y constancia”, argumenta Arroyo, y por ello “hay que mantener las relaciones para captar a buenos comerciales que vendan bien nuestro producto”.
Son vinos “de gran calidad” y líderes en “trazabilidad”, defiende el consejero, y son fruto de las inversiones realizadas en el sector castellano-manchego. En los últimos siete años, destaca, se han invertido 500 millones de euros en tecnología e innovación, “un esfuerzo titánico que no supera ninguna otra región de España”.
Buenas perspectivas para la nueva Ley de la Viña y el Vino
Los buenos datos coinciden con la tramitación de la Ley de la Viña y el Vino de Castilla-La Mancha, con perspectivas “buenas” para su aprobación al final del actual curso político. A juicio de Arroyo, es un texto “que necesitábamos y que no teníamos, tras la derogación de la anterior normativa por parte del PP en 2013”.
Tras recuperar el Gobierno, el PSOE impulsó la Estrategia global para el sector, a la que dará relevo esta norma “muy esperada”, que recoge “destacadas novedades como la definición de vino de finca”. Podrán optar a esta clasificación las bodegas que ya cuenten con una DO, con el fin de diferenciar doblemente sus productos en base a la ubicación en un paraje o municipio concreto, sin renunciar a la propia denominación a la que pertenecen.
Campo y alma
La Feria Nacional del Vino –Fenavin- será un escenario ideal para introducir ‘Campo y alma’, la marca de garantía de calidad regional que ampara a los alimentos de calidad diferenciada de Castilla-La Mancha con denominación de origen protegida (DOP) e indicación geográfica protegida (IGP).
En el caso del vino son diez figuras –nueve denominaciones de origen – Almansa, Jumilla, La Mancha, Manchuela, Méntrida, Mondéjar, Ribera del Júcar, Uclés y Valdepeñas- y la IGP Vinos de la Tierra de Castilla- las que pueden incluir en sus envases “esas dos palabras para que la comunidad sea reconocida por parte del consumidor”.
La DO ‘La Mancha’, junto con su homóloga en aceites ‘Montes de Toledo’ o la industria láctea ‘García Baquero’, han sido de las primeras que han incorporado en sus etiquetados el nuevo lema.
El consejero de Agricultura puntualiza que es una marca que sólo cualificará a los productos alimentarios de máxima calidad, con el fin de “ofrecer al consumidor una información veraz, que es la garantía de absoluta calidad de lo que está comprando”.
En apenas seis meses de divulgación, las políticas promocionales del Ejecutivo castellano-manchego han conseguido que casi 200 empresas se hayan sumado a la iniciativa para etiquetar sus productos con este marchamo.
Dicha labor institucional de promoción cuenta con un presupuesto de 2,4 millones de euros, que ya ha permitido iniciar la ‘socialización’ del distintivo en el Salón Gourmets celebrado recientemente en Madrid, en las diferentes citas de la Feria de los Sabores que organiza la Diputación de Ciudad Real o en Fenavin, además de su próxima llegada a las convocatorias internacionales, nacionales, regionales, provinciales o locales.
En esta línea, el pasado 4 de mayo, Arroyo tuvo la oportunidad “de seguir contando lo que es esta ‘marca de marcas’ en la entrega en La Solana de los premios Gran Selección Campo y Alma de Castilla-La Mancha, los premios más antiguos de la región que reconocen el “saber hacer” de las empresas que están comprometidas con las 35 figuras de calidad de la comunidad autónoma.