La Facultad de Bellas Artes de Cuenca organiza el 14 y 15 de octubre la primera edición del curso de verano A.R.T. Arte/Ruralidad/Tecnología. Estos tres términos persiguen una simbiosis con el objetivo de crear proyectos vinculados al mundo rural y a las zonas despobladas que se apoyen en la creación y la innovación y que empleen la tecnología para su ejecución.
Las inscripciones continúan abiertas con la intención de que la comunidad de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y cualquier persona interesada en la confluencia entre arte, tecnología y ruralidad pueda reflexionar y aprender de la mano de investigadores y profesionales. Las ponencias correrán a cargo de profesorado de la universidad regional y de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned), así como de la creadora escénica, actriz y gestora cultural Teresa Asés y del creador de proyectos culturales y de difusión de música tradicional Javi Collado.
Entre los temas que se abordan, destacan el rumbo de la estética, el paseo como herramienta de creación artística, la innovación en iniciativas llevadas a cabo por jóvenes artistas y la importancia cooperativa y comunicativa de proyectos con raíz tradicional. Las docentes de la Facultad de Bellas Artes Itsaso Irribarren Muñoz e Isis Saz Tejero como directora y secretaria del curso, respectivamente, moderarán las mesas redondas que versan sobre el arte, la innovación, la tradición y la proyección de futuro de todos los temas tratados en A.R.T.
La idea de este curso nace en el seno de la Facultad de Bellas Artes, cuyo profesorado se enfoca en la acción del caminar como herramienta artística y en el desarrollo de múltiples encargos site-specific, es decir, el arte vinculado a un espacio con el que se interrelaciona. Entre los proyectos ya culminados destaca Falces sonora, del también ponente en las jornadas Germán de la Riva. Junto al municipio navarro de Falces se creó una pieza auditiva y otra textual arraigadas a la tierra, sus gentes y sus celebraciones. Para ello, se emplearon herramientas tecnológicas que se mostrarán en este curso de verano, como el rastreo de movimiento, la proyección de imágenes o el uso de un equipo de discoteca silenciosa para crear situaciones en las que el cuerpo fuera proyectado en una escala diferente a la habitual.
Los asistentes podrán tejer alianzas y redes de contacto con instituciones culturales, empresas tecnológicas y organizaciones locales para apoyar iniciativas de desarrollo rural. Evaluar el impacto social y económico de las actividades artísticas en estos contextos, así como sensibilizar sobre la importancia de la tecnología y el arte como herramientas de visibilización de los desafíos demográficos del mundo rural son objetivos de este curso. Todo ello quedará vertebrado por el respeto al medio ambiente y el acceso a estos recursos de forma ecuánime e inclusiva. La intención es la de adquirir estas habilidades técnicas y artísticas para fomentar el empleo y el emprendimiento y para atraer a potenciales visitantes y residentes.