El año ‘caliente’ anunciado para este 2020 por ASAJA, COAG y UPA de Castilla-La Mancha para denunciar “la penosa y catastrófica” situación del campo, sobre todo por los ruinosos precios en origen, comenzará a principios de febrero.
Los líderes en la región de los tres sindicatos llevan desde mitad de enero organizando la movilización –en el marco de un proceso de convocatorias nacional-, prevista en un punto de la región “simbólico” para el sector, que todavía tienen que consensuar y que darán a conocer la próxima semana, según han relatado a este digital.
Las organizaciones mostrarán su hartazgo tras cerrar 2019 “como uno de los peores años para el campo”, y lanzarán de manera conjunta un mensaje tajante a las administraciones territoriales, nacionales y europeas para intentar poner freno a la crisis de rentabilidad que los pone a prueba cada día.
Entre la nómina de sus reivindicaciones, coinciden en apuntar a la pérdida de valor de la producción agrícola y ganadera por causas climatológicas y el desequilibrio de los mercados, el escaso respaldo de las administraciones españolas y europeas a los productos locales en las guerras comerciales, la falta de apoyo en la lucha contra la crisis demográfica o la “injusta” política hidráulica que sufren los regantes de la región.
Abandono
Según el gerente de Asaja Ciudad Real, Agustín Miranda, hay un malestar entre “nuestros socios agricultores y ganaderos ante el abandono de las administraciones a la hora de luchar por el sector”.
El objetivo de la protesta es que “se nos reconozca lo que hacemos y tener un trato digno”, como medio para acabar con “la imagen sobre el mundo rural que determinados movimientos están trasladando contra el modelo de producción europeo y que es mucho más complejo”.
A su juicio, es necesario visibilizar la figura del agricultor y el ganadero “que producen alimentos saludables y de calidad a toda la sociedad” y que además “contribuyen a mantener el ámbito rural en una apuesta por la sostenibilidad y el medio ambiente”.
También quedará patente en la manifestación la necesidad de que los gobiernos trabajen conjuntamente con los productores para impulsar la actividad agropecuaria y así reducir los efectos de la España vaciada.
Para Miranda, los agricultores no pueden seguir pérdidas de rentabilidad por las campañas ruinosas como la del aceite, en la que el 20% del olivar tradicional de la provincia de Ciudad Real se ha dejado de recoger por las escasas ganancias y los altos costes de producción que están asfixiando al pequeño y mediano agricultor.
Amenazas a la viabilidad de las explotaciones
Por su parte, el secretario de UPA Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, ha advertido este jueves en Ciudad Real de las “amenazas” a la viabilidad de las explotaciones agroganaderas de carácter familiar.
En una comparecencia ante los medios, Morcillo ha recordado que “los precios no cubren los costes laborales”, como es el caso del aceite desde hace año y medio, con cotizaciones impensadas de dos euros para el AOVE frente a los 2,5 euros que cuesta su recogida y transformación. “No lo entendemos cuando más o menos la oferta está equilibrada y la campaña se ha quedado por debajo del 50% de la anterior
También ha criticado la “banalización” de este valioso producto en las estanterías comerciales como gancho para el consumo, las “amenazas” de los aranceles de EEUU o los precios de la leche y de los sectores ovino y caprino.
Morcillo ha confirmado que las tres organizaciones agrarias trabajan con sus directivas en las provincias para organizar las movilizaciones, que en pocos días concretarán y que se celebrarán en un punto de la región.
De la misma manera, el secretario regional de COAG, Ángel Gálvez, ha confirmado el frente común que han entablado las tres organizaciones para la defensa de su futuro.
“La agricultura está cada vez peor y es necesario que todos unidos defendamos los intereses porque nadie se acureda de nosotros”, ha asegurado Gálvez.
Ha lamentado las políticas de la Unión Europea que rigen la venta de sus productos agroalimentarios frente a otros bloques comerciales, causando “una brutal desventaja”.
“Tenemos que competir con los productos que vienen de otros países, y en Europa no saben defender los intereses de la agricultura europea”, ha explicado el dirigente agrario.
Por ello, “entendemos que tenemos que defendernos ante la ruina que vivimos y lo mejor es manifestarnos en conjunto” para exigir medidas que frenen “los ataques que estamos sufriendo”.