Tras la suspensión por el coronavirus de todas las actividades diseñadas para el Día Mundial del Autismo, que se celebra el 2 de abril, en Ciudad Real con una jornada de puertas abiertas y una sesión de sensibilización en la Biblioteca Pública, la conmemoración tendrá especial protagonismo en las redes.
En plena crisis sanitaria, con medio mundo confinado, proponen demostrar de manera diferente esa solidaridad hacia las personas con trastorno del espectro autista (TEA) y sus familias. Desde Autismo España plantean sumarse al reto #LIUB e iluminar a las 21 horas de este jueves balcones, terrazas o ventanas.
Igualmente, invitan a compartir acciones en redes sociales junto al hashtag #DiaMundiaAutismo, este año en especial por los ataques que está recibiendo este colectivo cuando sale a la calle en el estado de alarma porque le está permitido.
La presidenta de la Asociación Regional de Afectados de Autismo y Otros Trastornos del Desarrollo (AUTRADE), Pilar Álvarez, destaca la campaña en redes sociales, y anima a subir fotos sobre las actividades de la personas con TEA, tanto de las dinámicas de estudio que siguen los niños y adolescentes, como las que realizan las personas más mayores con su trabajo.
Respecto a las increpaciones, gritos e insultos desde ventanas y balcones, animan a denunciarlo públicamente, y recuerdan que estos paseos son “terapéuticos” y para solventar crisis.
Álvarez valora que en Ciudad Real apenas si se han producido salidas, y algunas contadas con pequeños paseos o en coche “no han tenido problema”. Pide “respeto y comprensión” a las personas intransigentes con los afectados de TEA, que a veces es necesario que bajen al exterior por una “causa mayor” durante el periodo de restricciones.
No hay que estigmatizar
Sobre el uso de distintivos identificativos como prendas o paraguas azules, hay familias a favor y otras que no quieren estigmatizar a sus hijos, si bien Álvarez recuerda que no es necesario utilizar referentes de colores para ejercer el derecho que les son inherentes y reconocidos.
Incide en la necesidad de llevar encima la documentación, el certificado del reconocimiento de discapacidad, copia de la instrucción del 19 de marzo, además de informes médicos, psicológicos o sociales complementarios de cada afectado.
“Aquí nadie me ha dicho que le haya pasado algo porque han salido casos contados y nos conocemos todo el mundo”, dice Álvarez.