El sistema de la dependencia en Castilla-La Mancha ha doblado el número de usuarios que se atendían en 2015 y también el número de prestaciones. La delegada de la Junta de Comunidades en Ciudad Real, Blanca Fernández, y el delegado de Bienestar Social en la provincia, Eulalio Díaz-Cano, han destacado este jueves que es “un sistema público que cada vez es más fuerte, justo y solidario”.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha fijado como objetivo llegar a 115.000 usuarios en el conjunto de la región, “25.000 en la provincia”, cuando termine la legislatura. “Todavía queda mucho por hacer y más teniendo en cuenta que es un sistema infradotado, por el que seguiremos peleando ante el Gobierno de España”, ha expresado Fernández. La Junta considera que está “entre las grandes prioridades”.
Los datos corresponden con el importante crecimiento del presupuesto para la dependencia que ha existido en la región en los últimos años, de un “68 por ciento”. Así pues, ha pasado de 332 millones a 624 millones para 2024, lo que significa, según ha destacado el delegado de Bienestar Social, que “Castilla-La Mancha gasta 1,7 millones de euros cada día para la atención a la dependencia en Ciudad Real”.
Más usuarios, prestaciones y empleo
Sin duda, el dato más llamativo es el aumento de personas con diferentes grados de dependencia atendidas, “del 114 por ciento”, ha destacado Díaz-Cano, al pasar de 8.480 a 18.600 usuarios, lo que supone 9.600 más. Blanca Fernández ha considerado que, en 2015, cuando el equipo de María Dolores de Cospedal dejó el Gobierno regional, la dependencia era “un sistema débil, injusto y poco ético”.
En cuanto a las prestaciones, los datos publicados por el Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) el pasado mes de diciembre desvelan un aumento de “un 139 por ciento” en el número de prestaciones, al pasar de 10.729 en 2015 a más de 25.000 el año pasado. Eulalio Díaz-Cano ha concretado que en 2023 “se incorporaron cada mes más de 265 prestaciones” en la provincia.
También crece el número de empleados en atención a la dependencia, donde trabajan en la actualidad, según ha apuntado, “6.500 personas”, sobre todo mujeres en el medio rural. Díaz-Cano ha indicado que “tres de cada cuatro empleos son indefinidos”. “Son los mejores datos que hemos tenido desde que se aprobó la Ley de Dependencia”, ha insistido Blanca Fernández.
7.000 personas menos en el “limbo de la dependencia”

El mejor balance del funcionamiento del sistema de la dependencia en la provincia de Ciudad Real lo refleja el numero de expedientes pendientes en el programa individual de atención, el llamado “limbo de la dependencia”. El año pasado Ciudad Real cerró con tan solo 191 personas en esta situación, lo que supone “7.200 personas menos con respecto a julio de 2015”, ha apuntado el delegado de Bienestar Social.
158 días para el reconocimiento de la dependencia, la mitad que en España
El tiempo medio que existe en Ciudad Real para el reconocimiento de la dependencia es otro de los ámbitos donde la provincia destaca a nivel nacional. Así pues, la media en España es de 324 días, número que se reduce casi a la mitad en el caso de Castilla-La Mancha, con 191 días, y que mejora Ciudad Real con 158.
Datos desgranados por servicios
Por servicios, la teleasistencia es el que ha experimentado un mayor aumento, “del 800 por ciento”, hasta llegar a las 7.520 personas. En cuanto a las prestaciones vinculadas al servicio de ayuda a domicilio, se han incrementado en un “700 por ciento”, al pasar de 407 a 3.410 en 2023.
En otro orden, la ayuda a domicilio, que se presta en colaboración con los ayuntamientos, ha pasado de 1.560 a 4.708 usuarios. Y el Servicio de Promoción de la Autonomía Personal (Sepap-MejoraT) para atender a personas con grado 1 y 2 de dependencia, que se puso en marcha en 2016 con 6 municipios de la provincia adscritos, ahora llega a 94 y a “más de 1.500 personas”, ha desgranado Blanca Fernández.
Asimismo, en la actualidad 1.124 personas son usuarias de los centros de día gestionados por la Junta de Castilla-La Mancha, y 3.138 ocupan las plazas residenciales, lo que supone también un aumento del “19 por ciento”.
La atención a la dependencia es un servicio dirigido a las personas en situación de vulnerabilidad por edad o discapacidad. El perfil mayoritario en Castilla-La Mancha son mujeres y personas mayores de 80 años.