Marian García García, conocida como Boticaria García, asegura que este es un momento complicado, de alarma social, por el impacto que el coronavirus está provocando en la población. A su juicio, nos estamos volviendo locos buscando remedios efectivos o utilizando mascarillas cuando todas las autoridades sanitarias insisten en que nos lavemos las manos frecuentemente mientras que las mascarillas son solo para quienes las necesitan, por asmáticas o alérgicos.
No inventemos la rueda, asegura contundente en conversación telefónica con lanzadigital este pasado miércoles, con motivo de su visita a Ciudad Real hoy viernes. Las mascarillas son para evitar que las personas que tienen una infección puedan diseminar el virus pero no te van a proteger. Lo que hay que hacer es evitar tocarse la cara.
Marian García, doctora en Farmacia y graduada en Nutrición Humana y Dietética, insiste en poner en practica medidas efectivas, y al alcance de todos, como lavarse las manos frecuentemente para combatir la locura que se ha generado en torno el uso de mascarillas y geles desinfectantes. “No nos volvamos locos, lo que tenemos que hacer es lavarnos las manos bien y eso significa estar 20 segundos frotándonos con agua y jabón y entre los dedos. Y a ver quién es el guapo que está 20 segundos ahí, aguantando”, sostiene.
Los geles desinfectantes, si estamos fuera de casa
Sobre el uso de los geles desinfectantes, cuyas ventas han aumentando hasta un 700% en febrero, -según datos de la Federación de Distibuidores Farmacéuticos (Fedifar)- asegura que son una buena opción cuando estamos fuera de casa y no podemos lavarnos las manos. “Pero si están sucias, nada más efectivo que lavárselas, porque los geles se inactivan y pierden la eficacia”.
No obstante, advierte de que el uso desmedido de este producto ya está provocando importantes reacciones en la piel como dermatitis en las manos por una aplicación permanente de alcohol. “No es necesario esto, sino el sentido común y la responsabilidad”.
Boticaria García, la influencer que salió de una farmacia de pueblo de Cuenca, hoy es colaboradora habitual de los programas de La Sexta, La 2 (Órbita Laika) y RNE (De Pe a Pa), así como del suplemento «Papel» del diario El Mundo. Defensora de la divulgación a través de Internet, suma más de 250.000 seguidores en redes sociales (@boticariagarcia) y su blog recibe alrededor de un millón de visitas mensuales.
En calidad de divulgadora sanitaria visita esta tarde Ciudad Real donde presentará su libro, “El jamón de York no existe. Guía para comprar saludable y descubrir los secretos del supermercado”, del que lleva vendidos 32.000 ejemplares poco antes cumplir un año desde su publicación.
PREGUNTA.-¿Por qué es tan potente el éxito de este libro?
RESPUESTA.-Cada vez hay más interés por la alimentación. Todos estamos interesados en cuidarnos y ha aumentado el interés por los superalimentos, el etiquetado alimentario y, además, la gente es más crítica. Este libro ofrece una guía muy sencilla sobre cómo interpretar las etiquetas y resolver ese jeroglífico.
El éxito del libro es también consecuencia de mi actividad en redes donde doy consejos diariamente sobre salud; la gente confía en tu criterio e influye en que el libro tire. En las primeras semanas, tras su publicación se posicionó en los primeros puestos de Amazon rápidamente a lo que se sumó la Feria del libro y las numerosas presentaciones que he hecho. Es bonito ver que la gente aguanta una hora escuchándote hablar de alimentación, algo que antes era impensable. Ver ese interés me encanta, me da como esperanza.
P.-¿Cree que no sabemos comer?.
R.-Las estadísticas arrojan unos porcentajes de sobrepeso y obesidad en torno al 40% en España. Si lo hiciéramos bien no tendríamos estos números. Hace 30 años comíamos de otra manera mientras que hoy el marketing nos induce a pensar que productos que no son saludables sí lo son. Me da rabia cuando la gente dice que “toda la vida se ha hecho así y no ha pasado nada”. Y eso es mentira porque no teníamos la oferta alimentaria que hay ahora, y no podemos decir que no ha pasado nada porque sí ha pasado y ahí están los índices de obesidad. No es cuestión de ser alarmista pero si seguimos así nos veremos en los porcentajes de los Estados Unidos.
P.-¿Qué tenemos que cambiar para alimentarnos de forma saludable?
R.-Hay una regla muy simple. Los alimentos que tengan más de 5 o 6 ingredientes son prescindibles. No es que sean tóxicos pero, en general, un buen procesado como unas lentejas de bote o un buen yogur, con un par de ingredientes, lo tienes. Cuando empezamos a añadir nos tiene que hacer sospechar. Los mejores ingredientes son los que no tienen etiqueta como las frutas, las verduras, las legumbres…
Yo me fijaría en lo que están haciendo países como Chile. Tienen un sistema de sellos negros que ponen en alimentos con alta densidad calórica, con mucha sal y azúcar y con muchas grasas saturadas. Un sistema que ayuda al elegir lo que quieres. Se trata de fijarnos en los alimentos. Que tengan poca sal, poco azúcar, pocas calorías y grasas saturadas. No tanto fijarnos en las calorías y sí en el contenido de sal y azúcar.
P.-¿Qué opina sobre las dietas alcalinas y desintoxicantes que tantos seguidores tienen?
R.-No hay que meterlas todas en el mismo saco. Las dietas alcalinas y desintoxicantes no tienen evidencia científica. La primera dice que hay alimentos que alcalinizan nuestra sangre y que hay que tomarlos para tener bien el PH de la sangre y realmente si por comernos un chuletón nos cambiara el PH estaríamos muertos, porque nuestro organismo lo regula. Otra cosa es que promueva el consumo de frutas y verduras y disminuya el consumo de carne roja y eso sea fantástico, pero no porque vaya a cambiar el PH de la sangre.
Las dietas detox tampoco tienen evidencia científica porque el desintoxicante no existe. Lo único que depuran es el bolsillo. Para ello tenemos un hígado y riñones encargados de depurarnos.
P.-¿Y el ayuno intermitente?
R.-Ha mostrado tener la misma validez para perder peso que una dieta baja en calorías. Con los pocos estudios que hay no se ha demostrado que sea perjudicial. Ahora bien. Esto no significa que sea mejor para perder peso, porque no lo es. Sí es otro estilo de vida que ¡ojo! no debe tomarse como una dieta de hoy como y mañana no. Tiene que estar pautado por el nutricionista para valorar las necesidades de cada persona pero es muy importante su supervisión.
Si comes oreja no oyes mejor
P.-¿Y el magnesio o el retinol como suplementos? .
R.-Los suplementos no aportan nada que no encontremos en los alimentos. El magnesio está en los frutos secos, cereales integrales o sardinas. Luego está el colágeno del que la gente cree que de lo que se come se cría y que comiéndole se va a ir a los huesos. Y la realidad es que si comes oreja no oyes mejor y si comes sesos no te hace más listo; esto no funciona así. El colágeno es una proteína y cuando entra en el estómago los aminoácidos se disgregan y éstos pueden servir para volver a formar más colágeno u otras proteínas que se pueden ir al pelo, las uñas o la rodilla.
P.-No sé si con la cosmética pasa lo mismo
R.-Es necesario saber que hay principios activos que funcionan como antioxidante, como la vitamina C que, aplicada de manera tópica, puede tener eficacia. También está el ácido retinoico, que en la mayoría de los casos, necesita receta médica y puede activar la renovación celular.
Pero lo que hay es una gran dosis de magia dentro del mundo de la cosmética. A la gente lo que le gusta es que le vendan un sérum que le diga que le va a quitar 5 años de encima. Se juega con las texturas, con los aromas, con las fragancias y podemos encontrar en el mercado principios activos cosméticos con precios muy razonables buscando lo sencillo, es decir, vitamina C, retinol, alfa hidroxiácidos que son efectivos para renovar la piel.
En cosmética, pensar en la magia es muy naif
Son cuatro cositas las que realmente pueden ser efectivas. No debemos dejarnos embaucar por cualquier crema cosmética que cueste 100 o 150 euros porque no tiene sentido. La piel está pensada para protegernos. Tenemos que buscar una buena hidratación pero pensar en la magia es muy naif y, sobre todo, un negocio muy lucrativo.
P.-¿Por qué están aumentando los problemas en la piel?
R.-Si, ahora hay más alergias en la piel, dermatitis atópica como de nutrición oral. No están muy claras las teorías sobre estas reacciones. Hay hipótesis sobre la higiene que apuntan a que, como estamos en una burbuja, hay elementos externos que son más agresivos además de que, ahora, estamos en contacto con muchísimas sustancias y nuestro cuerpo reacciona.
No hay que tener quimiofobia
Tenemos que saber que aunque nuestra piel pueda ser reactiva a determinadas sustancias, los productos que encontremos en el supermercado o en la farmacia, utilizan ingredientes totalmente seguros. No hay que tener quimiofobia. Hay mucha gente que dice que no usa suavizante o detergente porque le gusta el “jabón lagarto” y al final éste que pensamos que es natural, es lo más agresivo que podemos poner en nuestra piel.
Lo que tenemos que tener es confianza en las leyes y y en las autoridades sanitarias que nos protegen. Y no pensemos que lo bueno es lo natural. Lo mejor es pensar en la suerte que tenemos de contar con buenos sistemas de seguridad.
P.-Su actual influencia mediática y en redes sociales, ¿no le da vértigo?
R.-Comencé en 2013 con un blog cuando era la farmecéutica de Villaescusa de Haro (Cuenca), un pueblo de 500 habitantes. Allí era feliz con mis parroquianos y de repente ví que Google comenzaba a tener mucha fuerza, -doctor Google-, y la gente venía a la farmacia con el diagnóstico más o menos hecho. Me daba rabia que la gente dijera “he leído en Google” y pensé en escribir en la red yo también.
Así surgió el primer libro sobre anécdotas de farmacia, “El paciente impaciente”, donde contaba lo que me había pasado en mi en la farmacia de Cuenca. Esto me llevó a los medios de comunicación que me llamaban para que les contara anécdotas como la del supositorio.
Salud y nutrición y de ahí a ser divulgadora
Mis comparecencias en los medios de comunicación me permitieron aclarar que lo que me gusta es hablar de salud y nutrición, que quería ser divulgadora y comencé a tener espacios, aunque nunca he tenido una estrategia para lograr tantos mil seguidores. He hecho lo mismo que hacía en el mostrador de la farmacia: dar consejos de salud, solo que ahora llego a más gente.
Mi presencia en distintos medios de comunicación me permite observar que cuando la gente aplica la frase de “han dicho en la tele o en la radio” ahora se refieren a mí y ello me genera responsabilidad y cierta presión para plantearme que todo lo que transmito tiene que ser riguroso y basado en la evidencia. También se estimula para estudiar y prepararme y hacerlo lo mejor posible.
La gente confía en los médicos y farmacéuticos pero también busca mucho en redes sociales e Internet. Por ello creo que los divulgadores tenemos un papel importante.
P.- ¿Su vida está dedicada exclusivamente a la divulgación?
R.-También doy clases en la Universidad Isabel I, una universidad on line, que está en Burgos, en el grado de Nutrición Humana y Dietética. Compagino la docencia con la divulgación que es prácticamente lo que me dedica todo el tiempo ya que colaboro los lunes en Zapeando, los martes en RNE, con Pepa Fernández, también en El Mundo, además de dar muchas charlas para empresas, formaciones, talleres de nutrición. Sí, básicamente estoy dedicada a la farándula.
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Presentación del libro “El jamón de York no existe. Guía para comprar saludable y descubrir los secretos del supermercado”. Serendipia. 18 horas
Conferencia “De la rebotica rural a la divulgación científica“. III Foro SER Ciudad Real. Sala Nice, 20 horas.
