El Gobierno de Castilla-La Mancha ha calificado de «ofensa» que las comunidades autónomas de Valencia, Murcia, Andalucía y Madrid –todas ellas gobernadas por el PP– hayan exigido en sus alegaciones a las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura evaluar como usa la región castellanomanchega el agua del Tajo.
Así se ha pronunciado la portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, en declaraciones a los medios en la Ermita del Valle, con motivo de la tradicional romería que se celebra este 1 de mayo en la capital regional.
«Sinceramente, me parece una ofensa a la Comunidad Autónoma en materia de agua», ha denunciado, para poner en valor que Castilla-La Mancha lleve que siendo solidaria más de 40 años, «y que lo vamos a seguir siendo porque jamás hemos negado el agua para beber».
Para Padilla, con peticiones como ésta se «deja muy claro» que las alegaciones que hacen las regiones gobernadas por el PP «no responden a criterios técnicos».
«De hecho, a la Comunidad de Madrid le interesan las mismas cosas que a Castilla-La Mancha, que haya caudales ecológicos y que desaparezca el trasvase y sin embargo se ha unido a los intereses de Levante porque sus intereses son políticos», ha añadido.
Ha dejado claro Padilla que Castilla-La Mancha seguirá defendiendo sus intereses en materia de agua para que haya un Tajo «limpio y caudaloso» y que los ciudadanos de la región puedan aprovechar su agua «en condiciones» para beber, pero también para desarrollar las empresas y la agricultura.
Es por ello por lo que ha solicitado que la unidad se mantenga y, a preguntas de los medios, ha mostrado su sorpresa por el hecho de que el PP en Castilla-La Mancha mantenga «un silencio» respeto a la posición de las comunidades de Madrid, Murcia, Valencia y Andalucía.
