El Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) ha publicado este miércoles un decreto del presidente de la Junta de Comunidades, Emiliano García-Page, por el que se declara, el 31 de mayo, Día de la Región, como jornada de duelo por las víctimas de la pandemia del coronavirus en Castilla-La Mancha y de homenaje a todos los profesionales que trabajan en la lucha contra la pandemia.
El Consejo de Gobierno ya acordó suspender los actos festivos previstos para el día 31 de mayo, que será de duelo y memoria por las víctimas por COVID-19, y de homenaje a todos los profesionales que trabajan en la lucha contra la pandemia, y posponer el acto institucional que organiza el Gobierno regional, según el texto del decreto, que recoge Europa Press.
Además, el Gobierno de Castilla-La Mancha se adhiere a la declaración de luto decretada por el Gobierno de España por Real Decreto 538/2020, de 26 de mayo, por el que se declara luto oficial por los fallecidos como consecuencia de la pandemia COVID-19, de tal manera que durante todo el luto oficial la bandera de Castilla-La Mancha ondeará a media asta en el exterior de los edificios públicos donde su uso sea obligatorio.
“NO VA A SER FIESTA PROPIAMENTE”
En la visita que ha llevado acabo en Villaminaya (Toledo) a las instalaciones de ‘Válquer Laboratorios’, el presidente del Gobierno regional, Emiliano García-Page, ha indicado que este martes comienza el duelo oficial en España de 10 días que en la Comunidad Autónoma se ha señalado el día 31, el Día de la Región.
“Será fiesta, día no laboral, pero no va a ser fiesta propiamente. De hecho el acto lo hemos alterado, lo teníamos comprometido para Guadalajara. Lo haremos allí el año que viene como Dios manda pero este año será una acto de reafirmación de nuestros valores como pueblo en la solidaridad que le debemos a toda la gente que se nos ha ido”, ha apuntado.
Muertes que, según ha indicado, han sido sobre todo de mayores, de gente que estaba gozando de una cierta tranquilidad de perspectiva hasta el final y se había ganado el descanso a base de trabajo para sacar este país adelante. “Se han convertido en el objetivo número uno de la pandemia”, ha lamentado.
Así, García-Page ha indicado que el 87 por ciento de los fallecimientos en la región es de personas con más de 70 años, que toda la gente que está en las residencias de Castilla-La Mancha tiene una edad media de 87 años y que el 95 por ciento de los muertos por COVID-19 tenía además del virus una patología previa. “Lo cual pone de manifiesto que este virus es asesino y hasta cierto punto indigno porque se ceba en los que ya tienen otros problemas”.
“Es verdaderamente lamentable pero es una experiencia la que estamos viviendo que nos tiene que llevar a la conciencia de que estamos mucho mejor preparados. Incluso aunque venga un rebrote mañana o pasado mañana el sistema sanitario ya sabe mucho del virus y los profesionales están haciendo un esfuerzo brutal”, ha argumentado.
