Según señala en nota de prensa, prácticamente un mes después de la declaración de estado de alarma, las plantillas de los centros residenciales dependientes de Bienestar Social, al igual que los de gestión privada, siguen requiriendo elementos de protección, que mayoritariamente reciben por donaciones externas, o que se fabrican artesanalmente los propios trabajadores, porque de los repartos que anuncia una y otra vez el Gobierno regional “apenas llega ninguno”.
“Así que tienen que reutilizar el escasísimo material disponible una y otra vez, aunque son elementos de un solo uso. Como ya relatamos el pasado domingo, gracias a la iniciativa y al impulso de una delegada de CCOO, tres residencias de Toledo cuentan ahora con auto claves y al menos pueden esterilizarlos después de cada turno. Pero no dejan de ser parches”, señala.
Según el sindicato, esta misma semana, en respuesta a las numerosas denuncias de delegados de CCOO y de otros sindicatos, e incluso de trabajadores a título individual de varias residencias de Bienestar Social de la provincia de Toledo, la Inspección de Trabajo ya emitió un requerimiento instando a dotar de EPIs y realizar test diagnósticos de forma inmediata en todos los centros residenciales dependientes de esta consejería en toda la región.
Este requerimiento, añade, aunque fechado el lunes 6 de abril, fue elaborado antes de publicarse en el BOE del viernes día 3 la Orden del Ministerio de Sanidad.
“Entendemos que la norma es lo suficientemente explícita como para que el Gobierno vaya pensando en cumplirla”, subraya Ramón González, coordinador regional del Sector Autonómico de CCOO-FSC.