Ante las “importantes mermas en cosechas de almendra” que viene produciendo desde hace nueve años la avispilla del almendro, desde Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha celebran que la Administración regional vaya a declarar su afectación como plaga.
Así lo ha explicado a lanzadigital el técnico de frutos secos de esta entidad, Jesús Ángel Peñaranda, quien ha alertado de la expansión “como una gota de aceite” de la enfermedad, y de la necesidad que había de que se tomaran medidas para “controlar las pérdidas económicas”.
Así, el técnico ha aplaudido la inminente orden regional que publicará la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural (ya está redactado el borrador), por la que el ataque del insecto Eurytoma amygdali, con capacidad para picar hasta cien frutos, se declarará como plaga y así permitirán que en las zonas afectadas, principalmente en las provincias de Albacete y Cuenca, sea obligatorio el tratamiento con productos fitosanitarios.
La afectación se detectó por primera vez en 2010 en zonas de La Manchuela y desde entonces “se ha extendido de forma muy rápida, que hace muy complicado su tratamiento”, ha sostenido el técnico, que ha recordado la demanda de Cooperativas para que se activara como plaga, al igual que en Valencia y Murcia.
Los controles químicos son eficaces para el cultivo en convencional, pero también, según Peñaranda, para proteger las ayudas de la agricultura ecológica, que al ser obligatorios no hay que devolver, aunque la producción se haya que comercializar fuera de la línea ecológica.
La lucha con los insecticidas se dirigen a los adultos para evitar que realicen la puesta, por lo que es necesario determinar el momento del vuelo, mientras que la larva y el huevo son difíciles de alcanzar al estar dentro del fruto.
De esta manera, se verán protegidas tanto las subvenciones como la producción de más del 20% de las 11400 ehctáreas de almendros de la Comunidad Autónoma
Pero hay un segundo tratamiento, “mucho más eficaz y más recomendado”, como es la eliminación manual de los frutos con picaduras, con presencia en su interior de la oruga de la avispilla, un método “laborioso” pero muy eficiente porque “evitas que la larva se desarrolle”.
La mejor fecha es entre la caída de hoja y el inicio de la brotación, haasegurado el técnico.
El cultivo del almendro, según datos de la PAC en 2017, cuenta con 114.471 hectáreas en Castilla-La Mancha, el 54.85% en Albacete, con 62.780 hectáreas, mientras que en Ciudad Real hay 12.670 ha (11%), en Cuenca, 20.822 ha (19%), en Toledo 18.013 ha (15,74%), y 186 en Guadalajara.
Peñaranda ha señalado que cuando se publique la orden “la daremos a conocer, y difundiremos la obligatoriedad de tratamiento en las zonas afectadas”.