El número de parados en la región aumentaba en 13.500 personas en el primer trimestre del año, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), una cifra que se eleva hasta los 22.200 desempleados más respecto al mismo periodo del pasado año y que sitúa la cifra total en 177.100 parados.
El perverso efecto de la crisis sanitaria del coronavirus ha tenido una especial incidencia en Castilla-La Mancha, que ha sido la tercera comunidad autónoma con mayor aumento del número de parados por detrás de Baleares (49.200) y Madrid (20.600) en términos trimestrales, y la primera en la que más se ha incrementado el desempleo respecto al primer trimestre de 2019. La tasa de paro se sitúa en el 18,11 por ciento en la región.
Los datos de la EPA no incluyen las personas afectadas por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que se consideran ocupados mientras la suspensión sea menor a tres meses. Ante esta gravísima situación, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) vuelve a ofrecer su ayuda como agente social al Gobierno de Castilla-La Mancha para colaborar en la reactivación de la economía regional.
Dentro de esta destrucción generalizada de empleo, el 24,5 por ciento de los asalariados del sector privado tienen un contrato temporal. La crisis sanitaria ha afectado también al empleo público, que ha perdido 4.600 ocupados; el 23,2 por ciento de los asalariados son temporales.
La Central Sindical, que en el desarrollo de esta crisis se ha mantenido firme en la defensa de las condiciones laborales de los trabajadores, subraya que los empleados públicos son garantes de nuestro sistema de bienestar y se merecen todo el reconocimiento. De esta forma, CSIF entiende que dentro de la colaboración con la Administración no se pueden quedar fuera ámbitos tan importantes como la sanidad, la educación, la justicia, los servicios