Dentro de esta decisión, Csif, en un comunicado, ha lamentado que las diferentes consejerías de Educación de las comunidades autónomas no se hayan puesto de acuerdo para fijar una postura común en cuanto a la realización de las oposiciones.
El presidente del Sector de Educación de Csif Castilla-La Mancha, José Antonio Ranz, ha señalado que «en un momento en el que desde todos los ámbitos se pide arrimar el hombro vemos como quienes tienen que dar ejemplo no lo hacen», en alusión a que Euskadi, Cataluña, Galicia y la Comunidad de Madrid todavía no han decidido si aplazar sus oposiciones.
Csif resalta que hay más de 10.000 solicitudes de opositores en Castilla-La Mancha que acumulan muchos días de inquietud e incertidumbre. «Muchos de ellos son padres, docentes teletrabajando desde sus casas y además opositores, y es difícil conciliar la vida familiar, la laboral y la de opositor. Incluso los hay que han sufrido en sus carnes o en las de su entorno la pandemia del coronavirus», ha explicado Ranz, que ha destacado que se haya hecho oficial este aplazamiento porque «el posponer la fecha nos parece acertado para dar tranquilidad y seguridad a nuestros opositores, además de preservar su salud y la de los miembros de los tribunales».
Asimismo, el sindicato ha subrayado que velará para que en Castilla-La Mancha se mantenga el número de plazas, 716, «cifra que por otra parte nos pareció insuficiente y que exige que las oposiciones se celebren en la misma fecha en todas las comunidades autónomas», ha señalado.
