De abajo a arriba. Este es el eje funcional del movimiento ciudadano que pretende concienciar a la sociedad de la necesidad de cuidar los recursos naturales para que las decisiones de hoy no lastren la vida de las generaciones venideras.
En base a este objetivo, la Fundación Savia, compuesta por 41 profesionales e investigadores de distintos ámbitos, está impulsando la figura del Defensor de las Generaciones Futuras, una institución inédita en España que prestará su voz a los millones de personas aún por nacer para proteger su futuro.
Sería una figura similar al Defensor del Pueblo o el Defensor del Paciente que ‘corregiría’ políticas destructivas y que cuenta con el respaldo de la Secretaria General de las Naciones Unidas, en cuya sede se iniciará el próximo diciembre la acreditación de la institución.
La petición está siendo articulada a través de mociones municipales y hasta ahora 47 localidades de todos los signos políticos de Andalucía, Cataluña, Castilla-La Mancha o Valencia -que representan a casi un millón de ciudadanos- han solicitado la creación de la institución en los plenos de sus respectivos ayuntamientos.
En el caso de la provincia de Ciudad Real, la iniciativa ha sido presentada en la capital y en Valdepeñas, en cuyas corporaciones podría ser debatida en los próximos meses, así como, según Antonio Aguilera, secretario de la Fundación Savia, llegará a otros municipios en los próximos meses.
“Consideramos esencial, subraya Aguilera, que se sume la ciudadanía a la iniciativa, y en este sentido son los ayuntamientos las entidades que mejor representan los intereses y objetivos de un territorio “.
Se trata de preservar los valores y principios que consagra la Declaración Universal de Derechos Humanos para las generaciones futuras, una propuesta que “va a favor de todos, iniciado por un movimiento ciudadano transversal que está teniendo muy buena acogida”.
No en vano, la moción ha salido adelante por unanimidad en la mayoría de los ayuntamientos donde se ha aprobado, y no ha cosechado ningún voto en contra, tan sólo “alguna abstención”, celebra Aguilera.
Igualmente, está a punto de votarse en un pueblo de Valladolid y en trámite en municipios de Galicia, Asturias, Cantabria, Baleares y Canarias, incluso la conocen en Portugal, donde llegará en portugués a sus consells.
Y si en Córdoba fue la primera capital que aprobó la moción, en un acto “muy emocionante”, en los municipios como el sevillano Carmona o el catalán San Vicente del Raspeig han ido más allá y ya han organizado actividades para el próximo año, bien en colaboración con la universidad, o a través de charlas en los colegios, para difundir la figura que salvaguardará el patrimonio medioambiental.
Objetivo
De esta manera, la fundación promotora ha conseguido su objetivo como es “generar debate y calar en la sociedad”, ante el impacto negativo que ya han tenido decisiones de los años de la burbuja económica e inmobiliaria, con megalómanas construcciones ahora convertidas en infraestructuras fantasma.
Igualmente, velará porque normas de carácter laboral y social sean equitativas y sostenibles, tal y como recogen 17 constituciones, así como se ha regulado en trece países de todo el mundo, entre ellos Alemania, Reino Unido, Israel o Tanzania.
Aguilera destaca a Sophie Howe como defensora en Gales de sus futuros ciudadanos, dado que en menos de dos años ha conseguido hacer aportaciones a las políticas en esta región hasta 2020, tanto en la distribución de los presupuestos, como en los gastos en infraestructuras y en el impulso de modelos de vida respetuosos y saludables.
Para el caso de España, como figura inédita, “pedimos a las administraciones a nivel europeo y nacional que definan jurídicamente su estructura”.
Mociones
El modelo de moción ideado por Savia recoge para su aprobación la propuesta de creación de la institución del Defensor de las Generaciones Futuras y la dirigen a cuatro administraciones: Naciones Unidas, Parlamento Europeo, Congreso de los Diputados, y a cada ayuntamiento en los que se debata.
Aguilera aclara que no se trataría de constituir la figura en cada administración territorial, sino a nivel europeo y nacional, y por tanto su prioridad es que los ayuntamientos apoyen la iniciativa en masa.
Ni consumen ni votan
Por su parte, José Esquinas, uno de los valedores de los principios de justicia intergeneracional y de la acción de la Fundación Savia, apoya esta figura y opina que “no podemos destruir los recursos naturales que tenemos en préstamo de nuestros hijos y que pertenecen a las generaciones futuras”.
A su juicio, los actuales políticos no defienden a las personas que nos descenderán porque “ni consumen ni votan”.
¿Y cuáles serían las soluciones para este experto en agricultura ética y sostenible ciudarrealeño?
“Habría que hacer correcciones y no confundir valor con precio” en la comercialización de alimentos, “sometida al juego de la oferta y la demanda en unos mercados muy competitivos”, apunta el especialista que advierte del desgaste de los recursos naturales, “limitados y perecederos”, para la producción de alimentos.
Por ello, Esquinas advierte del desgaste de los recursos naturales, “limitados y perecederos”, para la producción de
En la Cumbre de Río
El también catedrático de Estudios contra el Hambre recuerda que fue en la Cumbre de la Tierra Río de Janeiro de 1992 cuando se planteó la necesidad de impulsar la figura del Defensor de las Nuevas Generaciones en las distintas administraciones, una alternativa para dar voz a un ‘Pepito Grillo’ que valore el impacto de la agricultura mercantilista.
“Una cosa tan simple como esta, sostiene, no se está haciendo en España, como sí lo tienen en marcha en una quincena de países”.
Esquinas se reivindica, a través de un discurso sabio y proverbial, como inspirador de una iniciativa que lleva defendiendo desde hace lustros.
Comenta que en 2012 planteó a la mismísima Reina Sofía la necesidad de impulsar esta figura al recoger de manos de la monarca un premio Fao España.
Al parecer surtió efecto y la reina “tomó nota como deberes a hacer”, así como mantuvo conversaciones con el entonces presidente del Congreso, Jesús Posada, para plantear la moción, “aunque lo urgente en política lo impidió”.
Y ahora, Esquinas celebra que sea una organización de la sociedad civil la que haya impulsado una estrategia por la que miles de municipios “empujen” y hagan insoslayable la creación de la figura.
De la misma manera, espera que la idea “no sea capitalizada por ningún partido político”, más bien todo lo contrario, pues los partidos “tienen una gran oportunidad” para dar ejemplo de consenso. “De todos depende que no se acabe el mundo”, sentencia.