Según algunos ornitólogos consultados, en las últimas semanas se ha producido una irrupción de estorninos rosados en Europa y alguno de estos ejemplares ha acabado llegando hasta la Península Ibérica.
Han destacado que se trata de un fenómeno raro, pues esta ave no suele estar presente en el continente europeo, pero este año ha ido avanzando por el este de Europa hasta llegar a Francia y, desde ahí, ha cruzado los Pirineos hasta llegar a España.
Las áreas de distribución habituales del estornino rosado se sitúan entre el Mar Negro y centro Asia.
En España se han visto algunos ejemplares en Cataluña, Navarra, Baleares y Aragón, pero también ha sido observado ya en Albacete y Toledo.
El ornitólogo Xurxo Pineiro Álvarez ha explicado que el hábitat de esta ave es el mismo que elige el estornino negro, de los que puede ir acompañado, y ha comentado que su irrupción podría estar ligada a un aumento de una especie de langosta.
En este sentido, no ha descartado que la observación de estos ejemplares se pudiera producir también en otras provincias de la región como Ciudad Real o, Cuenca y en lugares como el Valle de Alcudia o el Parque Nacional de Cabañeros, por ejemplo.
Enigma
El experto en aves ha comentado que la llegada del estornino rosado a la Península Ibérica, en cualquier caso, está rodeada de cierto enigma y habría que remontarse a finales del siglo XIX para encontrar un precedente similar a lo que se está viviendo.
Ha comentado también que no sería raro que algunas parejas de las aves detectadas puedan incluso acabar nidificando en la Península Ibérica por primera vez en la historia.
Finalmente, ha indicado que la observación del estornino rosado viene registrándose desde finales de mayos, pero las citas en España se han ido sucediendo y algunos de los registros obtenidos hacen referencia a grupos de hasta 12 ejemplares, un hecho inédito.
En total, el número de estorninos rosados detectados en España durante las últimas semanas supera los 70 ejemplares, alrededor del doble del total histórico en nuestro país, según los datos de SEO/BirdLife, que eligen como hábitat zonas abiertas con árboles frutales, fundamentalmente moreras e higueras.
Ante este fenómeno, la organización ha animado a todos los observadores de aves a que visiten este tipo de hábitats durante sus salidas pajareras de estos días e introduzcan las observaciones realizadas en la plataforma eBird, para contribuir así “a hacer ciencia ciudadana y a cuantificar con mayor precisión un fenómeno tan especial”.