El silencio inunda las calles, roto por personas cargadas de bolsas del supermercado, currantes que llegan tarde al trabajo agarrados al teléfono móvil, estudiantes con sus mochilas al hombro y aquellos que prefieren pasear. Doce meses después de que aparecieran los primeros contagios de Covid-19 en España y que la pandemia atrapara a todo el mundo, las mascarillas han eliminado los matices de la individualidad, los abrazos han desaparecido, los encuentros familiares son un riesgo, no existen motivos de celebración y el invierno es mucho más gris.
La provincia superó el primer día de febrero los 40.000 contagios por coronavirus y los fallecimientos registrados desde el mes de marzo de 2020 están por encima de los 1.600. Fue el 4 de marzo cuando la Dirección General de Salud Pública de Castilla-La Mancha confirmó el primer positivo en Ciudad Real. El SARS-CoV-2 ha traído dolor y muerte, incertidumbre y desesperación, agotamiento y hastío en una sociedad occidental habituada a ver la catástrofe solo desde la cómoda butaca colocada delante de una pantalla grande.
Ningún manchego imaginó hace un año que aquel virus originario de Wuhan vendría en forma de olas para poner patas arriba sus vidas. El miedo a las relaciones sociales, la separación de familias durante meses, el colapso en los hospitales, las citas médicas por teléfono, los cierres perimetrales, la mayor presencia policial en las calles, la supresión de los viajes y el ocio, la extensión del teletrabajo, las verjas chapadas en el pequeño comercio y la hostelería, o la clausura de centros culturales, son situaciones que los españoles del ahora nunca habían vivido antes.
Cuando aún el virus no ha dicho “adiós”, dieciocho personas, de diferentes perfiles profesionales y sociales, desde la política, a la sanidad, la cultura, la hostelería, la educación, la ciencia o la tercera edad, reflexionan sobre lo que ha supuesto la pandemia para sus vidas y para la provincia. Entre los entrevistados está el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, el presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, la doctora del Hospital General Universitario de Ciudad Real Beatriz La Rosa y un jubilado de 92 años de Tomelloso.
(Las entrevistas completas están publicadas desde este viernes en el semanario de Lanza y a partir de este sábado estarán en lanzadigital.com con los videos incluidos)