Un total de 305 municipios de Castilla-La Mancha -un 33% de de los 919- albergan la sede social de una cooperativa, el 11% de la población de la región en edad de trabajar está asociada a una de estas sociedades y canalizan el 42% del valor de la producción final agraria de Castilla-La Mancha.
Son algunos de los datos que recoge el informe ‘El cooperativismo agroalimentario de Castilla-La Mancha en cifras’, que ponen de manifiesto la importancia de este tipo de corporaciones en el territorio castellano-manchego.
Se trata de un sector empresarial que en diez años ha duplicado su facturación hasta los 2,2 millones de euros (en 2010 registró 1.260 millones), y que ha consolidado “su gran potencial de riqueza y empleo”, señala Juan Miguel del Real, director de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, entidad editora de la publicación.
Del Real valora “la tendencia” que marcan los datos del estudio en cada ámbito productivo, y que lo avalan como “el sector más estratégico de la región”. No en vano, el crecimiento del cooperativismo se traduce en que “el 42% del volumen de la actividad agroalimentaria pasa por las cooperativas”.
A nivel laboral, ha registrado un aumento del 10% en empleo, mientras que la riqueza que representa “no se deslocaliza y se reinvierte en el entorno rural”.
Desde el punto de vista social, la cifra de cooperativas se mantiene, y la de asociados, a pesar de haber bajado un 1% del número, es de 162.000, que representan a 700.000 personas.
Con mirada hacia el futuro, Del Real recuerda que el principal reto del cooperativismo regional, y también nacional, es alcanzar más dimensión, “a través de estructuras comerciales de mayor tamaño”.
“En una economía globalizada, las empresas grandes tienen más poder de negociación en los mercados internacionales”, argumenta.
A su juicio, “nos queda un paso más que dar” hacia el modelo del norte y centro de Europa
En Castilla-La Mancha hay 437 cooperativas de primer grado que facturan más de 200.000 euros, 114 que facturan menos de 200.000 euros y también 19 cooperativas de segundo grado.
Líder en la producción de ajos
En el estudio destaca la producción de frutas y verduras española como una potencia mundial, al copar el 25% de toda la cosecha de la Unión Europea, y Castilla-La Mancha es junto a Andalucía, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia una de las regiones con más presencia.
En el sector de los ajos, la comunidad castellano-manchega fue líder en 2018, con el 59% de la producción nacional, con 165.361 toneladas, y el 68% de la superficie nacional -19360 hectáreas-.
“La zona más productora es la comarca de las Pedroñeras”, recuerda Del Real, y su principal destino fue para el consumo nacional.
De la misma manera, el cultivo del champiñón tiene origen castellano-manchego, con el 50,5% de la producción nacional -75.700 toneladas-, al igual que las setas, que coparon en ese año el 54,6% del volumen recolectado -8.980 toneladas-.
El director de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha destaca, en este sentido, el nivel de cooperativización de estos productos. Champinter, la sociedad cooperativa dedicada al champiñón, ahora integrada en Neofunji, que, con 80 millones de euros, “es la que más factura de toda Castilla-La Mancha”.
Es una facturación similar a la cooperativa vinícola Virgen de las Viñas de Tomelloso. “Se dan la mano”, señala Del Real.
En cuanto a la fruta dulce, se encuentra muy cooperativizados, recoge el estudio, el melón y la sandía. En 2018, la producción de ambos productos representaron el 35,8% y 16,6% del volumen nacional, respectivamente.
La región registra el 12% de la superficie nacional de sandía.
Cereales
Respecto al cultivo de los cereales, básicos para la alimentación humana, se ha ido reduciendo en el último siglo en España “para ser sustituidos por otros alimentos de mayor valor añadido”, indica la publicación.
La producción media nacional ronda los 19 millones de toneladas, con importaciones de 15 millones porque el consumo medio anual es de 35 millones.
La cebada es el herbáceo más importante en España, con 8,9 millones de toneladas en 2018, en el que Castilla-La Mancha alcanza el 27% de la producción nacional.
En trigo, la región produjo el 11% del trigo blando (6,7 millones de toneladas) y el 2% (1,3 millones) de duro.
En el caso del maíz, la comunidad alcanzó el 6% (246.000 toneladas) de los 3,7 millones contabilizados a nivel nacional.