El aeropuerto de Ciudad Real creará 650 empleos, directos e indirectos, e invertirá 18 millones en la primera fase prevista para dieciséis meses por Ciudad Real International Airport (CRIA), la empresa que acaba de cerrar la compra de la infraestructura.
Treinta del total de empleos previstos conformarán la plantilla de la adjudicataria, 140 están relacionados con las empresas logísticas e industriales que en breve empezarán a operar en el complejo, y 480 son indirectos, y están vinculados a la puesta en marcha del proyecto.
Así lo han asegurado esta mañana José Fernando Sánchez-Bódalo, Agustín del Pozo y Francisco Luna, responsables, respectivamente, de Comunicación y Relaciones Institucionales, de Desarrollo Técnico y de Desarrollo de Negocio de CRIA, en una amplia rueda de prensa, en la que han informado sobre las cuatro líneas de negocio que explotarán a partir de mayo de 2019, en lo que será una plataforma multifuncional, tras culminar los permisos y trámites que les permitirá operar.
Coincidiendo con el décimo aniversario de la salida del primer vuelo desde Ciudad Real, los portavoces de la nueva adjudicataria se han mostrado optimistas con el proyecto, planificado para que desde la próxima primavera el complejo esté activo y puedan aterrizar aviones otra vez en Ciudad Real, al haber culminado la procelosa fase de venta alargada durante años, tras entrar en concurso de acreedores hace ocho años y medio la empresa que impulsó el aeródromo, Ciudad Real Aeropuertos.
“Es un proyecto ilusionante, realista y ambicioso”, que, en su opinión, dará rentabilidad a la empresa y traerá desarrollo a la comarca, al pretender convertirlo, según han indicado, en un “polo de desarrollo” para la provincia de Ciudad Real y para la comunidad de Castilla-La Mancha.
Luna ha insistido en que su objetivo es aprovechar todos los factores que pueden beneficiar el negocio “intermodal” ideado, como es el corredor transversal de transporte por carretera hacia Lisboa, a través de A-43, las líneas de ferrocarril -convencional y de alta velocidad-, y los centros energéticos como oleoductos y gaseoductos que transcurren por la zona.
En concreto, desarrollarán cuatro líneas de negocio: actividades industriales, de logística, de formación y en otros ámbitos como la aviación privada o para el uso de las instalaciones como plató cinematográfico, a través de acuerdos con empresas, como los tres que ya han cerrado y otros tantos a punto de firmar.
Prioridad
El ámbito industrial es ahora mismo su principal prioridad, con el mantenimiento y ensamblaje de componentes de aeronaves, por lo que continuarán con la construcción paralizada del hangar de gran capacidad que CRIA e Hispano Lusitana de Aviación (HLA) empezaron a levantar hace año y medio, así como cerrarán acuerdos con empresas de fabricación de productos de alto contenido tecnológico, que permitirán contar con personal cualificado en este ámbito a nivel nacional e internacional.
También habilitarán un espacio para el aparcamiento de aeronaves.
La zona logística será otro de los polos primordiales de actividad, con la terminal de carga (húmeda y seca) que están ampliando para mover varios miles de toneladas de mercancías al año, una vez consigan la autorización como Puesto de Inspección Fronterizo y como depósito aduanero.
La tercera línea de explotación será el impulso de un centro formativo de carácter internacional para cualificar a personal en diferentes escalas, desde pilotos a técnicos de mantenimiento o mecánicos, hasta la realización de prácticas de simulación aérea o pilotaje.
Respecto al uso de las instalaciones como plató en el rodaje de películas y de anuncios o campañas publicitarias, Luna ha pedido discreción a los medios, con el fin de no frustrar producciones internacionales como la anunciada para rodar la segunda parte de ‘Guerra Mundial Z’ con el actor Brad Pitt a la cabeza. Han reconocido contactos con sus responsables, como también los han tenido con otros aeropuertos internacionales de Canadá y Estados Unidos, pero no han descifrado si se grabará al final en Ciudad Real.
También podrán operar vuelos de aviación privada, para la actividad de la caza o para otros usos particulares, mientras que la aviación comercial se la plantean “más a largo plazo”.
Proceso “muy complicado”
Han explicado durante su comparecencia que el proceso para hacerse con la propiedad del aeropuerto ha sido “muy complicado” desde que en 2016 obtuvieran la adjudicación provisional de la infraestructura.
Así, han destacado el valor de que una empresa privada como CRIA haya conseguido superar un “hito histórico”, como es el concurso de acreedores, y a día de hoy presume de tener una “deuda cero” y un capital de 80 millones de euros, además del activo patrimonial.
Se trata, han insistido, “de un desarrollo de negocio singular”, con una gestión privada pero de servicio público.
En este sentido, Sánchez-Bódalo ha reflexionado sobre el diseño de un proyecto “potente”, aunque de desarrollo “lento”, coincidiendo con el fin de la venta, “en el que todos nos jugamos mucho”, paralizado unos meses y ya en activo para alcanzar los objetivos.
En la hoja de ruta para recuperar las licencias de vuelo y poder operar en el espacio aéreo, ha recordado, están implicados hasta nueve ministerios, entre ellos el de Fomento, Defensa, Interior, Agricultura, Industria o Hacienda, además del Gobierno regional y otras administraciones municipales.
El calendario fijado hasta que el aeropuerto entre el funcionamiento entre marzo y mayo de 2019, una vez verificadas todas las instalaciones, tiene que cubrir diferentes gestiones, entre otras la propia adaptación a la normativa europea.
En materia de seguridad están pendientes de cerrar la presencia de los cuerpos policiales y de una dotación de bomberos en la infraestructura, y su coordinación con el 112 y los servicios sanitarios, dentro del marco del Plan de Emergencias de Castilla-La Mancha.
Respecto a la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), “la más exigente de la Unión Europea”, la referida a la construcción del aeropuerto, según ha explicado el responsable de Relaciones Institucionales, fue autorizada en su día, mientras que la vinculada a la explotación está pendiente de gestiones y vinculada a la creación de una comisión de seguimiento y un observatorio.
En otro momento, este portavoz ha agradecido la colaboración “cercana y continuada” de los alcaldes de las pequeñas localidades anexas al complejo, como Villar del Pozo o Ballesteros de Calatrava, mientras que el resto de administraciones “han estado de perfil”, una estrategia “que comprendemos” .
También han anunciado que el Centro de Visitantes del Aeropuerto de Ciudad Real, que simula un volcán, lo pondrán al servicio de una fundación para que lo explote como recurso turístico.
No es competencia
Por otro lado, a preguntas de los periodistas sobre si el aeropuerto de Casarrubios, ubicado en la provincia de Toledo y fronterizo con el sur de Madrid, supondrá competencia para el proyecto ciudarrealeño, Sánchez-Bódalo ha indicado que “no choca” con sus intereses empresariales.
“Es un aeropuerto pequeño comparado con el de Ciudad Real”, ha comentado, y será con el aeropuerto de Barajas con el “que chocará directamente”, y el que “tendrá algo que decir”.
Caso contrario es Extremadura, comunidad con “mucho interés” en que se desarrolle la infraestructura ciudarrealeña, en paralelo al desarrollo de la A-43 hacia Lisboa para facilitar el transporte de mercancías por carretera y al fomento del ferrocarril entre Badajoz y Ciudad Real.
Ha reconocido “contactos con el Gobierno extremeño a instancia de ellos”, dado que ven el aeropuerto como una oportunidad industrial para dar salida de sus mercancías. Por ello, ha instado a la clase política y al empresariado a promover alianzas, dada la ubicación “estratégica” del aeropuerto.