En una entrevista con Europa Press, ha apuntado que el nuevo Estatuto es necesario para que Castilla-La Mancha “dé un paso adelante e inicie una senda de modernización” con una nueva herramienta en forma de Carta Magna.
Ese nuevo Estatuto tendrá que ser “una herramienta para dar un paso adelante en modernización y vanguardia”, lo cual requiere un acuerdo “troncal” desde los encuentros discretos y “pausados”.
“Ya ha habido alguna conversación y el PP ha mostrado su total talante para mantener una fluidez en la negociación propia de gente seria. Es fundamental ponernos de acuerdo en un nuevo modelo de Estatuto para blindar sanidad pública, educación pública y servicios sociales”, ha afirmado.
Ha añadido en este punto la necesidad de que el pacto sirva también para garantizar en el Estatuto otros aspectos como “el acceso al agua, el desarrollo de agricultura y ganadería y financiación autonómica”.
Un nuevo Estatuto que tiene que pensarse como “un pacto de crecimiento para los próximos 40 años” y no con “prisma cortoplacista”, sino “negociado con prismáticos”.
Las conversaciones por parte del PP, según ha indicado, serán comandadas por la portavoz parlamentaria, Carolina Agudo, así como los dos miembros de la Mesa de las Cortes que los ‘populares’ tienen, Santiago Lucas-Torres y Tania Andicoberry.
Unas conversaciones “de manera indiscreta e inicial”, incluso “superficial”, donde lo que se ha abordado es “el marco de negociación” y no tanto “la materia” en cuestión.
“Estamos iniciando un marco de negociación con el PSOE esperando que se sume Vox, porque tiene que ser un acuerdo unánime en el que tenemos que estar todos”, ha señalado.
Entiende además que cada uno de los partidos que estén presentes en la negociación en Castilla-La Mancha tendrán que abrir una segunda vía de conversaciones con sus partidos a nivel nacional “para garantizar que salga adelante”, lo que hace con todas estas piezas que la negociación “sea complicada”.
PODER FIRMAR DECRETOS, “FUNDAMENTAL”
Uno de los aspectos más importantes que a su juicio tendrá que verse reflejado en el próximo Estatuto será “la legislación delegada” y la posibilidad de gobernar en momentos puntuales con decretos, algo “fundamental”.
Por ello defiende una legislación “donde puedan hacerse decretos para ir más rápido”, y este extremo puede posibilidad “tener herramientas de gestión rápida y eficaz”.
Aunque contemple esa nueva posibilidad para el Ejecutivo, apunta que el Parlamento podrá “fiscalizar y modificar” los decretos en caso necesario, pero esa opción es necesaria “independientemente de quién gobierne”.
Una propuesta con la que se alinea con lo ya planteado este mes por el actual presidente del Parlamento, el socialista Pablo Bellido, quien defendía que incluir en el Estatuto un regulación para poder elaborar el formato decreto-ley “habrían permitido aprobar normativa de manera más ágil y dinámica” en situaciones como la pandemia.
CAMBIAR EL REGLAMENTO DE LAS CORTES
Otra de las propuestas de Núñez es que también se negocie esta reforma sin dejar de lado otro nuevo cambio en el Reglamento de la Cortes.
Como sugerencia, plantea conseguir que las comparecencias de los consejeros del gobierno sean “más eficaces”; o que se creen “espacios de transparencia” dentro de la Cámara. “Todo va en el mismo paquete”.