La Consejería de Economía, Empresas y Empleo está teniendo un papel clave en la gestión de la crisis derivada de la pandemia. Su titular, Patricia Franco, habla de las acciones impulsadas en Castilla-La Mancha para frenar la sangría en el empleo y la caída de actividad, principalmente entre micropymes y autónomos. Hasta septiembre han invertido 145 millones de los 231 comprometidos en el Plan de Medidas Extraordinarias para la Recuperación Económica, a través de acciones como las ayudas directas y a fondo perdido de 80 millones a los negocios más pequeños afectados por la Covid-19. De cara al otoño, el escenario será más incierto por el aumento de la incidencia de la enfermedad entre la población y su permeabilidad en la economía. Franco mira con preocupación la evolución del mercado laboral, a tenor “del empeoramiento de las previsiones” en esta segunda fase de la desescalada. Aunque “intentaremos amortiguar el impacto económico”.
El gobierno regional, sostiene Franco, seguirá desplegando la estrategia para, como defiende su presidente, Emiliano García-Page, “no dejar a nadie fuera”. Así, seguirán atendiendo a sectores como la hostelería y el turismo, principales afectados por las limitaciones a la movilidad. “Nos sentaremos con ellos para escucharles y ver cómo colaborar”, al igual que el comercio o la peluquería son ámbitos “que han aglutinado gran parte de las ayudas”. Más positiva ha sido la evolución del turismo rural, según los dados de pernoctaciones, que recogen “el mejor mes de julio de toda la serie histórica”.
PREGUNTA.- ¿Qué impacto está teniendo la crisis sanitaria a escala económica en Castilla-La Mancha, tienen cálculos de su incidencia en el PIB?
RESPUESTA.- Todavía no están los datos regionales del PIB, se publicarán a finales de año. Lo que está pasando en España se está trasladando a Castilla-La Mancha, y estamos siguiendo todos los indicadores económicos para ver cómo evolucionan en función con la media nacional. Los datos son muy pesimistas en el conjunto del país, y tenemos mucho trabajo por delante, pero percibimos que en la región estamos en la media nacional, incluso en muchos indicadores por encima, con caídas menos abrumadoras y fuera de la posición de otras crisis, que estábamos al final del camino de la recuperación. Pero se trata de un ciclo corto para una crisis como ésta y hay que esperar a ver cómo evolucionan el mercado de trabajo y la recuperación de pymes y autónomos, especialmente en sectores como el turismo y la hostelería, donde la crisis está afectando de manera desigual. Las previsiones se han ido empeorando a todos los niveles y la situación es más dura de lo que se esperaba al inicio de la pandemia a nivel nacional. Intentaremos amortiguar el impacto económico.
P.- Para ello se aprobó en mayo el Plan de Medidas Extraordinarias para la Recuperación Económica, qué grado de ejecución tiene en la actualidad? ¿Está cumpliendo sus objetivos?
R.- Nos pusimos a trabajar en pleno mes de marzo, primero atajando y colaborado a nivel de gobierno con la situación sanitaria pero con la mirada puesta frenar al máximo el impacto de la crisis en la economía regional. Tres días después del Estado de Alarma pusimos en marcha un primer decálogo y después el plan de medidas suscrito por el presidente regional, Emiliano García-Page, y los agentes sociales, inicialmente dotado 231 millones de euros. Y viendo la demanda y necesidades de las microempresas y autónomos en la comunidad, ampliamos una de las líneas, como es la de apoyo a fondo perdido, y la incrementamos de 25 a 80 millones de euros. Nos sitúa en más de 145 millones puestos a disposición de la recuperación. En términos presupuestarios hemos superado los objetivos inicialmente previstos y en ejecución de proyectos y programas estamos en más del 70% de las iniciativas ya iniciadas, con muchas convocatorias resueltas y pagadas, como las ayudas a los autónomos. Ahora hemos lanzado 12 decretos, seis novedosos y los otros seis con medidas y adaptaciones a las circunstancias actuales del tejido empresarial para el mantenimiento y recuperación del empleo. Aparte, hemos impulsado medidas potentes como la campaña de promoción turística, la más grande de la comunidad, con 200 acciones, y hemos lanzado ayudas a la prevención de riesgos laborales, para garantizar entornos laborales seguros.
P.- ¿Desde el punto de vista político, cómo valora que el PP no apoyara este plan de recuperación?
R.- Lo valoro negativamente porque pensaba que esta crisis iba a marcar bases sobre las que construir y trabajar de manera conjunta. Así lo ha hecho toda la sociedad en los peores momentos de la crisis, donde la gente se ha confinado, ha prescindido de las relaciones sociales y familiares, los niños no han tenido colegio y todo el mundo ha renunciado a algo. Yo pensaba que el PP iba a renunciar a algo e iba a ejercer la oposición y poner de manifiesto los errores que ha podido haber en una crisis como ésta, porque al ser tan tremenda ha habido aciertos y errores. Hubiera entendido una oposición desde el compromiso necesario con la ciudadanía y no ha sido así. Y sinceramente creo que se han equivocado porque ha habido otras comunidades con pactos y medidas suscritas por todos los partidos, a veces con conglomerados políticos más complejos. Como consejera, política y ciudadana me ha decepcionado que no haya tenido altura de miras para ejercer la oposición desde esa base común necesaria para emprender la recuperación.
P.- Los expedientes de Regulación de Empleo Temporal –ERTEs- ha sido muy efectivos como herramienta de contención de empleo, y ahora el Ministerio de Trabajo ha anunciado su prórroga más allá del 30 de septiembre, ¿Cuál es el balance en Castilla-La Mancha?
R.- En la región fuimos rápidos en la agilización de los trámites para la gestión de los ERTEs y activamos una maquinaría online rápida para dar seguridad jurídica a las empresas como a los autónomos y trabajadores. Funcionó bien y resolvimos expedientes. Es una respuesta de la administración regional para dar certidumbre en momentos de incertidumbre a empresarios y trabajadores. La situación está mucho mejor, de hecho el porcentaje de trabajadores afectados por ERTEs es menor que en abril. Llegó a haber casi 108.000 personas acogidas a esta figura y ahora quedan algo más de 17.000. Ha habido una buena recuperación pero la prórroga será determinante para este colectivo.
P.- Precisamente, usted anunció medidas hace poco dirigidas a trabajadores afectados por ERTEs que no hayan retornado a sus puestos de trabajo. ¿Cuáles son?
R.- Ya hemos puesto en marcha medidas como el cheque Covid para incentivar la contratación de las personas que han visto extinguida su relación laboral por el coronavirus. Y hay medidas adicionales, como las ayudas a fondo perdido para la inserción laboral, para ofrecer un pequeño colchón y con herramientas y servicios de orientación que respalden la reincorporación de estos trabajadores.
P.- ¿Y cómo será la situación real del mercado de trabajo tras el verano en la región?
R.- Se ha destruido empleo, a pesar de que las cifras del paro evidencian cómo en los últimos cuatro meses ha bajado de manera consecutiva en la región. Son cifras inspiradoras para seguir trabajando por los 185.000 desempleados de la comunidad. En conjunto, todavía no hemos visto los efectos que la crisis va a dejar en el mercado de trabajo, pero vamos a reactivar todos los mecanismos que faciliten el empleo y la continuidad de pymes y autónomos. Hemos sido un gobierno proactivo en la captación de proyectos y no vamos a renunciar a eso, queremos atraer nuevas iniciativas pero sobre todo queremos mantener lo que tenemos. Sin olvidarnos de la atracción de eventos que reviertan en crecimiento económico y empleo, ahora que hemos basculado ligeramente la política de impulso y de apoyo empresarial, tenemos que ser capaces de mantener el tejido empresarial y los puestos de trabajo. Es el reto que tenemos por delante.
P.- ¿Y cuáles prevé serán esos efectos en el ámbito laboral?
R.- La previsión es de una mayor debilidad del mercado laboral. Después del confinamiento vino la reactivación de abril y mayo en sectores afectados por la Covid-19, y el empleo volvió a coger impulso en la contratación y mantenimiento de puestos de trabajo. Se sumó a una campaña estival que a pesar de la dificultad en la movilidad en la región, ha sido positiva en términos de comportamiento en sectores como el turismo rural. Ahora, con un escenario en prórroga de Ertes, encaramos un otoño que se avecina complejo por el crecimiento de positivos, pues se hacen más pruebas, y una temporada que nos obliga a volver a los espacios cerrados que puede desencadenar mayores niveles de contagio y complicación con otros virus como la gripe. Así, podría haber una mayor dificultad en el arranque de muchos negocios que no son servicios esenciales, derivada de la pérdida de capacidad adquisitiva y de los cambios en los hábitos de consumo.
P.- Hay sectores como hostelería y la peluquería que están pidiendo más ayudas
R.- Sí, la hostelería tiene que ver con ambientes más sociales, y la peluquería, estética y fisioterapia, con la cercanía con el cliente. Son espacios más seguros que nunca, por el esfuerzo tremendo que están haciendo en mantener la seguridad, pero el miedo es libre y hay quien rehúye del contacto directo. Vamos a ver cómo evoluciona el otoño, pero creo que las medidas puestas sobre la mesa sirven de amortiguación, para que el impacto de la crisis sea menor que si hubiéramos estado cruzados de brazos como pretendía el PP.
P.- Los empresarios del ocio nocturno siguen denunciando que están siendo criminalizados ¿Qué opina?
R.- Hostelería en general y ocio nocturno en particular hablan de cómo se les ha penalizado a nivel general por los cierres decretados por el Gobierno nacional. En la región teníamos otro modelo, y poco antes de la reunión interministerial, habíamos avanzado una herramienta para para identificar, con DNI y número de teléfono, a quienes acudieran a locales de ocio nocturno a partir de la 1 de la madrugada, para facilitar el rastreo de contactos en caso de positivos. El sector estaba contento y nosotros veíamos una alternativa al cierre porque además en Castilla-La Mancha apenas ha habido contagios propagados por estos establecimientos. La norma nacional nos cambió el paso, y la región no se podía quedar al margen. Efectivamente, no se puede criminalizar a un sector que ha trabajado con ejemplaridad.
P.- ¿Y en el ámbito fiscal, cuál es el resultado de las medidas para ayudar a generar liquidez y a que sobrevivan las empresas?
R.- Pusimos en marcha una línea aval para que cualquier negocio que tuviera problemas de garantías contara con el aval para hacer frente a los pagos sin tener ingresos. Dispusimos 15 millones para un plazo hasta el 30 de septiembre, y probablemente lo volvamos a ampliar. Se han cerrado unas 98 operaciones por más de 6 millones de euros, y por tanto tenemos colchón para dar más avales y garantías, y al menos hasta diciembre daremos alas a la línea. También estamos barajando poner en marcha una línea de micropréstamos, una vez acabemos con el primer cuello de botella que son los avales. Estaría en marcha a finales de año o primeros de 2021, con una dotación de 5 millones. También funcionan los avales de las entidades financieras. Nos iremos adaptando para cubrir todos los ángulos.
P.- Los autónomos, que son el 85% del tejido empresarial, han sido los protagonistas de las políticas del Gobierno regional, ¿no?
R.- A diferencia de otras crisis donde no se hablaba de ellos, en esta los hemos puesto en el punto de mira y se han tomado distintas medidas como líneas de apoyo o a fondo perdido para que mantengan su actividad en un escenario donde caen antes los más pequeños. Las grandes empresas también se han resentido pero han vuelto a recuperar su normalidad. Estamos razonablemente bien, según los indicadores del colectivo, con una pérdida no muy significativa, aunque puede cambiar el escenario en otoño. Las medidas han ayudado a dar un pequeño impulso en momentos donde era difícil. Además en una crisis sanitaria, el tejido empresarial ha aprendido que lo primero es la salud y la vida, y luego los negocios, y gracias a eso se ha generado mucha solidaridad dispuesta a ayudar.
P.- ¿Y cómo ha evolucionado el sector del turismo, tras la gran campaña de promoción?
R.- En turismo rural estamos contentos por los datos de pernoctaciones de julio, que han sido los mejores de toda la serie histórica. Ha bajado en viajeros pero ha aumentado la estancia media hasta los tres días. Aunque queda camino por hacer. De manera adicional, lanzamos la campaña con influencers (Tamara Falcó, Pau Clavero o Izhan) y referentes como la boticaria García ha estado en Cuenca y vendrá a Ciudad Real. También está prevista la presencia de dos grandes influencers a finales de año que no puedo desvelar su nombre. Intentamos llegar a todo tipo de público, porque tenemos una región extensa y variada que ofrece alternativas y muchas posibilidades. También son importantes otras acciones de promoción como las vinculadas a la moda y a la fashion week. Por ejemplo, ha tenido mucha repercusión la presentación de la nueva colección del joven diseñador JC Pajares en los molinos de Campo de Criptana. Vincular el turismo a marcas de calidad y a la moda te posiciona en otros estratos a los que queremos llegar.
P.- Y como responsable de empleo, ¿qué nivel de conflictividad laboral hay en la región en el actual escenario? ¿Qué papel está jugando el Jurado Arbitral?
R.- Estamos en uno de los niveles más bajos de conflictividad a nivel estatal por la actuación en materia de mediación y conciliación del jurado arbitral. En términos generales están habiendo bastantes acuerdos y es una de las grandes banderas que tenemos como región. Veremos a ver cómo evoluciona con posibles cierres de negocios y concursos de acreedores. En caso de pérdida de empleo es más rápido con el entendimiento y el diálogo. Es lo que vamos a pelear desde el jurado arbitral y el servicio mediación y conciliación.
