Las aspas de los molinos de viento rompieron paisaje níveo en Campo de Criptana, los copos arroparon a la escultura de don Quijote y Sancho Panza en Villanueva de los Infantes, los tejados de templos e iglesias resplandecieron en el Campo de Calatrava y no hubo cumbre en Cabañeros y su entorno sin lucir su corona de nieve.
Filomena ha dejado insólitas imágenes este jueves y viernes en Ciudad Real, una provincia poco acostumbrada a ver la llanura manchega de cepas y olivos cubierta de nieve, ni tampoco el agua de las Lagunas de Ruidera o del pantano de Fresneda de color cristalino, rodeados por montes blanquecinos.
“Un buen inicio para 2021” en la llanura manchega
“Año de nieve, año de vienes; es un buen inicio para 2021”, dice Alejandro del Moral, agente ambiental de la empresa Caminos del Guadiana, que ha pasado los últimos días rodeado de nieve en una casita de campo a 3 kilómetros de Daimiel -su única alternativa era utilizar las cadenas-.
La nieve “es estupenda” para la tierra, “porque se deshace poco a poco, empapa mucho el suelo”, y además evita que se congele, a diferencia de lo que ocurrió en los primeros días de la semana. En su zona, este viernes por la mañana se han llegado a acumular 7 centímetros de espesor en el pueblo.
Viso del Marqués, una de las mayores nevadas en la provincia
Si es llamativo observar el entorno de las Tablas de Daimiel tras el paso de la histórica nevada, también lo es el pantano de Fresneda, de Viso del Marqués, donde según confirma el concejal de Turismo, Raúl Pisa, “en la sierra se llegaron a acumular el jueves hasta 30 centímetros”.
Trabajador de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Pisa, que no recuerda una nevada semejante desde 2011, confirma que “el pantano ya ha subido unos centímetros”, y admite que cuando se deshiele la nieve y los arroyos corran “puede llegar a subir un metro”.
En Viso del Marqués, que fue una de las zonas de la provincia con más centímetros acumulados, la nevada generó muchísima expectación, tanto como en Piedrabuena, donde la Sierra de la Cruz, uno de los lugares donde hubo más concentración de nieve, atrajo a gran parte del vecindario.
Expectación en toda la provincia, desde Piedrabuena a Cabañeros
En las calles de Piedrabuena no cuajó, pero en algún momento, confiesa el concejal de Turismo, Ángel Borras, “la sierra llegó a parecer que estábamos de romería”, por la cantidad de coches que acudieron al lugar. Con distancias de seguridad, los piedrabueneros no quisieron perderse la posibilidad de hacer muñecos de nieve.
Las cumbres de las montañas de la comarca de los montes, incluido la del castillo Miraflores, amanecieron con su corona de nieve este viernes, también las del Parque Nacional de Cabañeros. Poca nieve lució, en cambio, Almadén, que no vio ni un copo, la única parte de la provincia que no pudo disfrutar de la nevada con sus imágenes.
Entre decoración navideña, todavía colocada en calles y plazas, los tejados de los monumentos históricos de Ciudad Real capital, Campo de Calatrava y el Campo de Montiel se llenaron de nieve. Mientras que los niños jugaban a tirarse bolas de nieve, las palomas se posaban sobre el manto en el tejado de la iglesia de Valenzuela de Calatrava, y lo mismo ocurrió en Carrizosa.