El Gobierno de Castilla-La Mancha quiere eliminar mitos como que el uso de la bicicleta es de “hippies, perros flauta, gente utópica o soñadora” y por ello trabaja ya en la Estrategia Regional de la Bicicleta con el fin de elaborar un documento con medidas concretas. “Hay gente triste y ejecutivos agresivos que van en bicicleta a su trabajo”, ha defendido el director general de Planificación Territorial y Sostenibilidad, Javier Barrado, quien cree que la bicicleta “no es una utopía”, sino que es una “realidad”.
En declaraciones a Europa Press, Barrado ha explicado que para integrar mucho más este medio de transporte en las ciudades hace falta cambiar “mentalidades” porque la movilidad es un tema cultural, explicando que el urbanismo en los núcleos urbanos en las últimas 50 décadas se ha configurado pensando en el vehículo privado a motor en detrimento de la movilidad peatonal y de medios de transporte como la bicicleta.
“Vivimos en una sociedad en donde el vehículo privado a motor parece que es la única alternativa para moverse por las ciudades”, ha lamentado el responsable de la Junta, quien cree que “las cosas están cambiando” en España porque “en multitud de municipios españoles se está implementando la bicicleta como una alternativa más de la movilidad”.
Otro de los factores en los que hay que ahondar es en la “seguridad”, es decir, “aprender a convivir el vehículo a motor con la bicicleta, en ambas partes”. “Hace falta una cuestión de educación vial”, ha señalado Barrado, quien ha apostado por “una convivencia” correcta entre el vehículo a motor y el vehículo sin motor puesto que en la mayoría de las calles de las ciudades de la región no sería posible instalar un carril bici por cuestión de espacio.
A su juicio, las infraestructuras ciclistas (los carriles bicis) son necesarias en las áreas interurbanas, en zonas donde los vehículos van muy deprisa, o en las ciudades que tienen grandes avenidas –como la Castellana en Madrid– donde hay espacio suficiente para instalar carriles bici. “En la Avenida de la Reconquista de Toledo o en la Avenida de Castilla de Guadalajara pueden vivir perfectamente la bicicleta y el vehículo”.
Es por ello que considera que hace falta una educación vial, empezando desde el colegio, y hace falta una mentalización de los policías municipales de que se tiene que tratar por igual al vehículo a motor y a la bicicleta. “No se trata de prohibir el coche ni de obligar a la gente a que vaya en bicicleta sino de dar las mismas oportunidades de seguridad y de comodidad en nuestros núcleos urbanos a las personas que deciden ir en su vehículo o a las personas que deciden ir en su bici o patinete eléctrico”.
La bici como elemento habitual
El director general de Planificación Territorial y Sostenibilidad ha advertido de que “la bicicleta siempre la relacionamos con el ocio y el deporte”, es por ello que “se trata de ir configurando la bici como un medio de transporte habitual” por sus “múltiples beneficios”: los ambientales, menos necesidad de mantenimiento de los viales o mejor salud. Además, ha afirmado que cuanto más bicis hay en la calle hay más seguridad porque se reduce la velocidad de los vehículos a motor y al circular más despacio se emiten menos contaminantes.
Se trata, ha comentado, de hacer una planificación a largo plazo porque son cambios que tienen que ir “poco a poco”, puesto que ha habido experiencias donde se ha querido implantar la bicicleta de forma “brusca” instalando sistemas públicos de alquiler de bicis pero sin haber una planificación previa y una concienciación de la ciudadanía y eso “ha fracaso”.
Finalmente, Barrado ha defendido que la bicicleta es “una enorme oportunidad” para crear un nicho de mercado ya que en aquellos municipios donde se ha potenciado la movilidad de la bicicleta, se han creado negocios de venta y reparación de las mismas. “Evidentemente no va a ser la solución al empleo, pero sí es un apoyo más a la generación de empleo y riqueza”.
