El Gobierno de Castilla-La Mancha considera la inversión en salud mental como una necesidad para el bienestar general de cada persona y de la sociedad en su conjunto, de ahí el compromiso con la ciudadanía de tener una hoja de ruta materializada en el Plan de Salud Mental de Castilla-La Mancha 2018-2025.
Así lo ha asegurado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, durante el acto oficial realizado en la localidad toledana de Nambroca con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que este año se ha desarrollado bajo el lema ‘Educación Inclusiva. Salud Mental positiva’, según ha informado la Junta en nota de prensa.
Fernández Sanz ha explicado que el Gobierno de Emiliano García-Page ha cumplido con los compromisos adquiridos en Salud Mental, recordando la creación del Plan de Salud Mental 2018-2025, la creación de una red de expertos en Salud Mental y la labor llevada a cabo con los profesionales expertos por experiencia.
En 2018, el Gobierno regional aprobó el Plan de Salud Mental 2018-2025. Este plan supone la consolidación del modelo de atención comunitaria y ha contado con la participación de usuarios, familiares y profesionales en todas las fases de su desarrollo.
La importancia de este Plan de Salud Mental, ha afirmado el consejero, es que “ha nacido con unas líneas estratégicas claras y la voluntad de cumplir con los objetivos, recursos y programas que recoge”.
Así, durante su primer año de vigencia se ha puesto en marcha 85 plazas residenciales en viviendas, residencias sociosanitarias y una residencia comunitaria para personas con trastorno mental grave.
El próximo mes, ha avanzado el consejero, se contratará la redacción del proyecto de la Unidad de Media Estancia de Talavera de la Reina, un recurso muy demandado y en el que está muy comprometido el Gobierno regional.
Asimismo, el consejero ha recordado que Castilla-La Mancha es pionera en nuestro país en la participación real y efectiva de profesionales expertos por experiencia en los equipos de los centros de rehabilitación psicosocial y laboral.
Esto, ha asegurado Fernández Sanz, “es una realidad posible gracias al trabajo y coordinación de distintas políticas del Gobierno, que a través del Plan Extraordinario de Empleo, ha hecho posible que 40 personas hayan conseguido ser un motor de cambio en los equipos de profesionales de la red de atención sociosanitaria”.
De la mano del Gobierno regional, ha señalado Fernández Sanz, a través de la Consejería de Sanidad y con la Federación de Salud Mental de Castilla-La Mancha, “se está trabajando de manera muy activa para promover la mejora de la salud mental general de la población”, afirmando que en días como hoy, “hay que invitar a la sociedad a conocer en primera persona la realidad de las personas con problemas de salud mental con el fin de favorecer la inclusión social y fomentar la erradicación del estigma y la discriminación aún hoy existentes frente a las personas con trastornos mentales”.
Así, ha reiterado que el Gobierno que preside Emiliano García-Page tiene el compromiso con las políticas sociosanitarias de la región para facilitar que las personas con problemas de salud mental alcancen mayor autonomía y participen en la toma de decisiones que les afectan, tanto personales como colectivas, de manera activa.
Para finalizar, Fernández Sanz ha explicado que por indicación expresa del presidente Emiliano García-Page, próximamente se celebrará un Consejo de Gobierno abierto con asociaciones de familiares y pacientes de Salud Mental.
Día Mundial de la Salud Mental
Respecto al lema elegido en esta edición de 2018, ‘Educación Inclusiva. Salud Mental positiva’, Fernández Sanz ha explicado que la mitad de las enfermedades mentales comienzan antes de los 14 años y en la mayoría de los casos ni se detectan ni se tratan.
Así, la adolescencia se convierte en una época de especial vulnerabilidad para el desarrollo de problemas de salud mental y estos problemas en los jóvenes traerán consecuencias a corto y largo plazo, como consumos abusivos de sustancias, abandono escolar, acoso y violencia.
Las consecuencias más comunes relacionadas con el estigma y la discriminación son el aislamiento social, dificultades para conseguir o mantener el empleo.
