Navidad en todo el mundo. En todos los países y latitudes de nuestro mundo cristiano occidental, la Navidad es la época más mágica del año. Porque, aunque no en todos los lugares la celebración tiene lugar en invierno –ya que el mes de Diciembre en las antípodas cae en pleno verano-, lo cierto es que tiene un atractivo infinito para la gente de todas las edades. Es un tiempo de alegría y buena voluntad, en el que las casas se adornan para las fiestas, los familiares y amigos vienen de distantes lugares para reunirse y disfrutar juntos, y todo es motivo de júbilo y celebración. Veamos ahora cuáles son las particularidades de algunos de los países del mundo, que repasamos siguiendo un simple orden alfabético.
ALEMANIA
En Alemania, los preparativos para las Navidades empiezan la víspera del 6 de diciembre, cuando la gente se reúne para cocinar pasteles y preparar los regalos y decoraciones. Uno de los juguetes tradicionalmente navideños son las muñequitas de fruta, que se hacen formando una figura con alambre recubierto de plástico y ensartando pasas, frutos secos y rodajas de manzana. Los niños dejan en las ventanas cartas a Cristkind, un personaje muy parecido al Cristkindli suizo, con alas, vestido blanco y corona de oro, que reparte regalos. A veces estas cartas se decoran, engomándolas y espolvoreándolas con azúcar para que brillen.
AUSTRALIA
En Australia la Navidad llega en pleno verano, cuando más calor hace. Después de intercambiarse regalos en el desayuno, muchas familias hacen la comida de Navidad en la playa, antes de la gran cena de esa noche. Las casas se decoran con hojas de palmera, helechos y flores especiales. Una de éstas, la llamada “arbusto de Navidad”, tiene grandes racimos de flores. Otra, la llamada “campana de Navidad”, es una campanilla con el borde amarillo. Muchas veces se utilizan palmeras como árboles de Navidad. Al caer la noche, los parques se llenan de personas que acuden a los servicios religiosos a la luz de las velas.
AUSTRIA
Las Navidades empiezan en Austria el día de San Nicolás. El santo, acompañado por el diablo, pide a los niños una lista de sus acciones buenas y malas. Los niños buenos reciben juguetes, golosinas y nueces. Los regalos colocados bajo el árbol, se abren después de la cena de Nochebuena. Los austriacos decoran el árbol con figuras de cera, que se hacen echando cera fundida en un molde, y añadiéndole un lazo para colgarlas. En las iglesias se interpreta música coral, y por las calles hay grupos de cantores de villancicos, que van de casa en casa con antorchas encendidas y un pesebre, y se reúnen en las escaleras de las iglesias.
CANADÁ
La Navidad canadiense es bastante semejante a la de los Estados Unidos del Norte, aunque en algunas provincias hay costumbres diferentes. Los esquimales celebran un gran festival de invierno, al que llaman Sinck Tuck. Consiste fundamentalmente en una fiesta aderezada con bailes y reparto de regalos. En la península del Labrador, se guardan nabos desde el verano para dárselos a los niños, en cuyo centro se practicará un agujero para alojar una vela. En Nueva Escocia, una región colonizada por pioneros escoceses, cada mañana de Navidad se cantan canciones y villancicos de origen bretón y vasco, que fueron llevadas allí hace dos siglos.
DINAMARCA
Los daneses decoran el árbol de Navidad con cestos de papel trenzado en forma de corazón, que se llenan de golosinas. También ponen adornos de madera tallada, de paja trenzada y de papel de colores. En lo alto del árbol ponen una estrella, y lo iluminan con velas. Cada domingo de Adviento se invita a los amigos a presenciar cómo se encienden las velas de la corona de Adviento. Los adultos beben una mezcla de vino tinto, pasas y especias, y los niños beben zumos de frutas dulces. Todo el mundo come pastelitos de pasta, que se cuecen al fuego en un cacharro especial, y se espolvorean de azúcar cande.
ESPAÑA
Las verdaderas fiestas empiezan en España el 22 de diciembre con la lotería. Pero ya hace días que se han empezado a engalanar las casas, las tiendas y las calles. En las iglesias, las plazas, y en la mayoría de las casas, se instalan nacimientos con figuras de madera o de barro. Durante la semana anterior a la Navidad, las familias se reúnen a cantar alrededor del nacimiento, mientras los niños tocan zambombas y panderetas. El 28 de diciembre se celebra la fiesta de los Santos Inocentes, y durante todo el día los amigos tratan de gastarse bromas. En la noche de Fin de Año se toman doce uvas al compás de las campanadas que marcan las doce, y el que consiga comérselas todas, tendrá buena suerte durante el próximo año.
Los que no lo consigan tendrán otra oportunidad al comer el Roscón de Reyes, que encierra una sorpresa que también dará buena suerte por todo un año al que la encuentre. Los regalos no se reciben en Navidad, sino durante la noche el 5 al 6 de enero, y los traen los Reyes Magos que los sitúan en los zapatos colocados en los balcones. Previamente habrá que haber escrito una carta de petición, que se entrega a los pajes o se envía por correo. Es conveniente dejar junto a los zapatos unas copas de licor y unas pastas para los Reyes, y un poco de alfalfa para los camellos. Así no les resultará tan pesado el reparto. Tampoco es mala idea poner en el balcón una estrella de plata, para atraer la atención de los Reyes. ¡No vaya a ser que pasen de largo!
ESTADOS UNIDOS
Las celebraciones navideñas varían de un Estado a otro, ya que sus habitantes son de orígenes étnicos muy diferentes. En Pennsylvania, los moravos construyen un paisaje -llamado «putz»- bajo el árbol de Navidad, mientras que los germanos reciben regalos de Belsnickle, que les golpea con su vara si se han portado mal. En el Sur, se disparan armas de fuego para saludar a los vecinos distantes. En Alaska se lleva de puerta en puerta una estrella en lo alto de un palo, a la que siguen «los hombres de Herodes» para capturarla. En las puertas de las casas coloniales se suele poner una piña tropical, símbolo de hospitalidad.
FINLANDIA
Como preparativo para la Navidad, todas las casas de Finlandia se limpian a fondo. En la cocina se dedican horas a preparar comidas especiales para las fiestas, y antes de Nochebuena mucha gente acude a los famosos baños de vapor, o saunas finlandesas. Se cortan abetos, cargándolos sobre trineos para llevarlos a casa y decorarlos. Es corriente atar una gavilla de espigas a un palo, junto con frutas y semillas, y ponerlo todo en el jardín para que se lo coman los pájaros. Se dice que muchos campesinos se niegan a comer la comida de Navidad, hasta que se haya dado de comer a sus alados amigos: los pájaros.
FRANCIA
En Nochebuena, los niños franceses dejan sus zapatos en la chimenea para que Papá Noel los llene de regalos. A la mañana siguiente descubren que, además, el árbol se ha cargado de dulces, frutas y juguetes pequeños. En los atrios de las catedrales se escenifica la historia del nacimiento de Cristo, con actores y marionetas. Además de los personajes bíblicos tradicionales, muchos nacimientos incluyen figuras que se llaman “santones”, y que representan a personajes de la vida actual, como el alcalde, el cura, el policía o el maestro, que se modelan, se pintar cuando están secos, y se colocan en el propio nacimiento.
IRLANDA
El día de Nochebuena, las familias adornan las ventanas de sus casas con velas encendidas, que normalmente son de color rojo. Las amas de casa cocinan un pastel para cada uno de los miembros de la familia, y tres “puddings”: uno para el día de Navidad, otro para el Día de Año Nuevo y otro para el 6 de enero. Las familias dejan pan y leche en las puertas de sus casas, como símbolo de hospitalidad.
ITALIA
Las festividades en Italia empiezan ocho días antes de la Navidad. El “Resepio” es el equivalente a nuestro pesebre, y el 23 de Diciembre y el día de Reyes, niños vestidos de pastorcillos recorren las casas de la ciudad o el pueblo, interpretando cancioncillas de pastores. A cambio, reciben dinero o dulces. Antes de la Nochebuena se observa un estricto ayuno de 24 horas, y la comida típica del Día de Navidad se llama “Cennone”, estando compuesta por espaguetis y anchoas, pescados, ensalada, frutas y dulces, y un pastel milanés llamado «panettone». En las casas se coloca una «Urna del Destino», de la que se sacan al azar regalos, aunque puede ocurrir que sólo se saque una caja vacía. Al anochecer, se encienden velas alrededor del nacimiento, se rezan oraciones y los niños recitan poemas. El día de Año Nuevo se celebra con un banquete, en el que hay pavo, pollo, conejo y, cómo no, espagueti. Todo ello se acompaña con cava. Finalmente, el 6 de enero llega Befana, una bruja amistosa que deja regalos para los niños buenos, y carbón para los malos.
NORUEGA
Por Navidad, todos los niños noruegos se acuerdan de un pequeño gnomo llamado Nisse, que protege a todos los animales de granja, y gasta bromas pesadas a los niños si éstos se olvidan de dejar un cuenco de gachas para él. Una de las golosinas preferidas en Navidad es el «sand kager», una especie de turrón que se hace mezclando dos tazas de mantequilla, dos de azúcar, cuatro de harina y una de almendras troceadas. Se prensa, se cuece hasta dorarlo y se corta en taquitos. Por las tardes se practica la vieja tradición vikinga de que los niños, disfrazados de manera extravagante, vayan de casa en casa pidiendo aguinaldos.
SUECIA
En Suecia, las celebraciones duran todo un mes: desde el día de Santa Lucía, el 13 de diciembre, hasta el día de San Knut, el 13 de enero. El día de Santa Lucía, las familias desayunan en la cama café y bollos recién hechos, que les lleva la hija de la casa, vestida con una túnica blanca con faja roja, y con una corona de ramas con velas encendidas. Muchas veces la acompañan los «niños de la estrella», que llevan gorros puntiagudos y varitas con una estrella. Al terminar las fiestas se sirven «gachas de arroz», una especie de pudding con una almendra dentro… La persona que encuentre la almendra se casará en el año que empieza.
SUIZA
Al irse acercando la Navidad, los niños suizos esperan ansiosos el sonido de una campana de plata, que anuncia la llegada de Cristkindli, un ángel femenino vestido de blanco, y con una corona llena de joyas. Las luces del árbol se encienden cuando ella entra, con sus pequeños ayudantes cargados de regalos. La semana anterior a la Navidad, los niños se disfrazan y visitan las casas pidiendo pequeños regalos. El tañido de las campanas es una tradición, y cada pueblo compite con el vecino en sus llamadas a la misa de medianoche. Tras la misa, las familias se reúnen a tomar chocolate con gigantescas rosquillas caseras, llamadas «ringli».
… Y EN LA ACTUAL ISRAEL
Queremos resaltar que Israel es un estado confesional judío. Por ello, el 24 y 25 de Diciembre se trabaja como cualquier otro día. Lo mismo pasa el día 6 de Enero. En relación al 31 de Diciembre, está de moda celebrar también el Año Nuevo, según la Era Cristiana, aunque el día 1 de Enero tampoco es fiesta. Pero la Navidad se nota en las calles, en los barrios, en las ciudades enteras cuya población mayoritaria sea cristiana. Y la Municipalidad de Jerusalén suele tener partidas extraordinarias, para decorar las calles principales de la ciudad. Siempre es un gesto hermoso por parte las instituciones públicas israelíes, hacia los miles de peregrinos cristianos que viajan a pasar sus Navidades en Israel.
NAVIDAD EN TIERRA SANTA
En Israel-Tierra Santa, la Navidad se vive con mucha intensidad. Los barrios cristianos de Jerusalén y Nazaret se preparan a recibir la Buena Noticia con la decoración a la que estamos acostumbrados aquí en España. Los villancicos resuenan y transportan a sus visitantes a la infancia. El peregrino, hoy en día, enmudece de emoción y piensa: “Estoy aquí realmente, donde todo comenzó…”.
NAZARET
La ciudad de la Anunciación “…el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret…” (Luc. 1, 26). Nazaret, ciudad de la Anunciación, es uno de los lugares de mayor resonancia para la cristiandad. La Basílica de la Anunciación, bajo la custodia franciscana, es el mayor centro de culto de todo el Medio Oriente. Está construida en dos niveles: la iglesia que se encuentra en el piso inferior corresponde a la gruta donde según la tradición fue la casa de María y lugar de la Anunciación; la Iglesia superior posee una imponente cúpula, decorada con coloridos mosaicos.
ALGO DE HISTORIA
En el siglo IV, San Jerónimo, Obispo de Belén, escribía a la abadesa Paula Rome: “Todo el misterio de nuestra fe es natural de este país y ciudad”. Unos 800 años después de Jerónimo, san Francisco de Asís recibió permiso para visitar los Santos Lugares. Su peregrinación tuvo como resultado un desarrollo histórico: Los Franciscanos (Orden de los Frailes Menores) se responsabilizan de mantener los santuarios sagrados para la Cristiandad, y de servir las necesidades espirituales de los peregrinos. Un servicio que han seguido hasta nuestros días.
GALILEA
Galilea ha dejado su huella en la historia y en la religión, con un fiel testimonio en los restos físicos y los recuerdos asociados a los Lugares Santos. Quizás el lugar más famoso en Galilea sea Nazaret, la aldea donde Jesús pasó su infancia. Jesús estuvo la mayor parte de su vida en Galilea, y nombres de lugares como Caná (famosa por el episodio bíblico de las bodas), Cafarnaúm (escenario de los milagros de Jesús), el Monte de las Bienaventuranzas (Sermón de la Montaña), y el Mar de Galilea, son familiares a cualquier lector de la Biblia. Los casi 2000 años que han transcurrido desde entonces, envuelven a los que vienen en peregrinaje en una atmósfera mística.