La Jefatura Superior de la Policía Nacional de Castilla-la Mancha ha sido escenario en Toledo del acto de entrega de 29 condecoraciones a policías nacionales de la región por parte de la Real Orden de Caballeros de San Cristóbal.
El acto ha tenido lugar a las 12.00 horas y ha sido presidido por el jefe superior de Policía, Félix Antolín, contando con la asistencia del subdelegado del Gobierno Carlos Ángel Devia, del comisario provincial de Toledo, Ángel José Alcázar y del canciller presidente de la Real Orden, Antonio Marín Andrés de Quesada.
En su discurso, el canciller presidente de la Orden ha recordado a los asistentes los orígenes históricos de la institución, ensalzando sus valores fundacionales, y animando a los condecorados a seguir cumpliendo su labor diaria con la misma entrega, ha informado la Delegación del Gobierno en nota de prensa.
Por su parte, el jefe superior ha mostrado su agradecimiento a la Real Orden por este reconocimiento a los Policías Nacionales de la región, destacando la coincidencia en la búsqueda permanente del servicio al ciudadano.
Durante el acto celebrado este jueves en Toledo se ha reconocido la labor de sevicio al ciudadano de los Policías Nacionales de Castilla-La Mancha, imponiéndose la ‘Gran Cruz de Caballero’ al jefe superior de Policía, 10 ‘Encomiendas de Caballero y Dama’, 9 ‘Cruces de Caballero y Dama’ y 9 ‘Cruces al mérito de la unidad de España’, además de prenderse en el Guión de la Comisaría Provincial de Toledo la Corbata de la Real Orden.
Orígenes
Los orígenes de la Honorable y Real Orden de los Caballeros de San Cristóbal se remontan al año 1932, cuando Su Majestad Juan I de Aragón creó la Orden mediante Real Cédula.
Esta Orden, constituida sin ánimo de lucro está integrada desde 1993 por Policías, Guardias Civiles, Militares, Bomberos, Cruz Roja, Vigilantes Jurados, miembros de servicios de emergencias y protección civil, entre otras profesiones que dedican su vida al servicio de los demás, lo que da origen a su lema ‘Semper Serviens’.
La actividad de la orden se centra en tomar parte en obras benéficas, actos solidarios y situaciones de ayuda, buscando el mantenimiento de las tradiciones culturales y reconocer el trabajo de aquellas personas e Instituciones, que hayan acreditado una labor de servicio continuado o realizado un servicio heroico digno de reconocimiento.