El delegado de la Junta de Comunidades en Guadalajara, Eusebio Robles, ha visitado esta mañana las localidades de Tórtola de Henares y Cabanillas del Campo para ver los trabajos que se están realizando para que ambos municipios vuelvan a la normalidad tras la tormenta. Robles ha destacado la labor de los retenes de la Junta de Comunidades que intervinieron de inmediato y consiguieron, en el caso de Tórtola de Henares, reabrir la carretera CM-1003, que tuvo que ser cortada.
“Durante todo el día se recibieron avisos de nivel amarillo pasando a lo largo de la tarde a nivel naranja. Por lo tanto, se estaba en alerta y enseguida se enviaron retenes a Tórtola de Henares en el momento que se recibieron las primeras llamadas. Se produjo una acumulación de agua importante en la parte alta del pueblo, cayeron hasta 33 litros por metro cuadrado, y al final la vaguada fue recogiendo el barro y el agua del resto de calle. Hubo que cortar la carretera que cruza el pueblo, pero todo volvió a la normalidad a las seis de la madrugada gracias a la rápida intervención de las brigadas”, ha explicado Robles.
En el caso de Tórtola de Henares, la lluvia afectó principalmente a la zona aledaña a la Casa de Cultura embarrando las calles adyacentes y afectando a varias viviendas. Dos retenes de la Junta de Comunidades intervinieron desde las 22.00 horas hasta las 06.00 de la madrugada, cuando se abrió de nuevo la carretera CM-1003 que cruza el municipio, ha informado la Junta en nota de prensa.
En total participaron 10 operarios junto a un camión, una mixta, una motoniveladora y una mini excavadora. Desde primera hora de la mañana se han unido también a los trabajos ocho operarios de la Diputación Provincial con una mini excavadora, un camión de desatascos y un camión cisterna. También participaron los bomberos de Azuqueca de Henares, Guardia Civil de Guadalajara, Protección Civil de Tórtola de Henares y de Guadalajara.
En Cabanillas del Campo, la tormenta afectó principalmente a una nave de logística de 40.000 metros cuadrados cuyo tejado colapsó debido al agua acumulada por la tormenta. Inmediatamente se desalojó a las 37 personas que estaban trabajando en la misma, sin tener que lamentar ningún daño personal. En este caso, la nave se encuentra precintada sin actividad y se valorará en las próximas horas su estado. En la intervención participaron los bomberos de Azuqueca de Henares y Guadalajara, Guardia Civil de Guadalajara y Protección Civil de Cabanillas del Campo.
