Juan Emilio Felíu, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UCLM, puso en marcha como decano una “espléndida” Facultad de Medicina en el Campus y, con el apoyo del Sescam, en el Hospital de Ciudad Real, dinamizó la actividad universitaria e integró “plenamente este proyecto” en la ciudad y la región, destacó el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Miguel Ángel Collado, que consideró muy merecido el emotivo homenaje que se le brindó este viernes en un acto al que acudieron familiares, amigos, compañeros de su larga trayectoria como investigador y docente y representantes institucionales.
La UCLM es una “excelente” Universidad gracias a incorporar talentos como el de Felíu, apreció Collado, que consideró todo un acierto que al anterior rector, Ernesto Martínez Ataz, le encomendara situarse al frente de la creación de la Facultad de Medicina de Ciudad Real, destacó su coraje y lucha tanto interna como externamente en favor de este centro, subrayó su empatía con los alumnos de manera que el mejor reconocimiento es el cariño que le procesan y valoró cómo ha favorecido que Alino Martínez lo esté haciendo “igual de bien” como actual decano.
Para Felíu, que reconoció que este reconocimiento constituía un acto tan “grato” como “duro” ya que con su jubilación se cierra una etapa de 45 años dedicada a la docencia e investigación en la Universidad, fue un regalo, un reto y también una oportunidad, con la actualización y modernización de la formación, la creación de esta Facultad que le ha reportado una gran satisfacción a nivel personal y profesional. El catedrático valenciano, que agradeció la entrega del profesorado y los profesionales del Hospital, así como la confianza de Martínez Ataz y Collado, resaltó su pasión por la enseñanza de la Bioquímia a unos alumnos que, en su mayoría, son muy vocacionales y el apoyo de la sociedad ciudarrealeña a la Facultad de Medicina, en cuya puesta en marcha y desarrollo dijo haber ejercido el papel de “avalentador”, animando en favor de su gran potencial.
A lo largo de su amplia trayectoria, dijo haber recibido la ayuda y enseñanzas de “personas extraordinarias”, desde profesores de los Escolapios y la Facultad de Medicina en Valencia hasta Alberto Sols, en cuyo laboratorio comenzó a encauzar su vocación hacia la Bioquímica, además de compañeros de trabajo en Madrid, Bruselas y Barcelona. El ambiente de estudio, debate e inquietud que vivió en el Colegio Mayor Juan de Ribera también salió a relucir tanto en su intervención, como en las que realizaron sus compañeros en tareas de investigación, docencia y gestión José González Castaño, de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid; Lisardo Boscá Gómez, del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols del CSIC; y José Vicente Castell Ripoll, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia.
Como creativo y de confianza, además de entusiasta, seguro de sí mismo y un gran organizador, definió González Castaño a Felíu, de quien glosó su trayectoria investigadora en Bruselas, posteriormente como coordinador de Enzimología del Centro de Investigación del Hospital La Fe en Valencia, más tarde en Madrid, donde también ejerció como profesor y catedrático en la UAM, y como director del Institut de Recerca del Hospital Vall d’Hebrón en Barcelona. A la Bioquímica relacionada con la Medicina ha dedicado su vida, dijo sobre Felíu, de quien también Castell Ripoll resaltó su seriedad y exigencia en el Fondo de Investigaciones Sanitarias de la Seguridad Social y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, destacando su valía en tareas poco glamourosas pero de gran relevancia como la gestión, para las que se requieren ser “visionarios, planificar, tener un buen plan de trabajo y sacar lo mejor de los compañeros”.
De su inquietud y gran capacidad de trabajo se ha beneficiado la Facultad de Medicina de Ciudad Real con propuestas que han propiciado actividades de divulgación como la Semana del Cerebro y favorecido los programas de Doctorado, prácticas y el aterrizaje en el Hospital, así como ciclos de seminarios, celebraciones como el Día de San Lucas, colaboraciones con el Colegio de Médicos y cursos de verano, agregó Martínez Marcos, quien participó en la entrega a Felíu de varios presentes como un libro, una pluma, una cartera, un sombrero y un ramo de flores, de entre las cuales el ex decano entregó dos a sus nietos. Así mismo, se proyectó un divertido vídeo elaborado por los alumnos con imágenes de Felíu.