Los concesionarios de automoción manchegos perdieron el 26,7% de su negocio en 2020 fruto de la crisis sanitaria y económica. En concreto, el sector de la distribución oficial en Castilla la Mancha cerró el pasado ejercicio con una facturación del 1.310 millones de euros, frente a los 1.788 del año anterior. De los 104 concesionarios oficiales que operaban en la región en 2019 se pasó a 98 en el 2020 y dieron empleo a 4.479 personas.
En cuanto a las áreas de negocio, la que más sufrió fue la de vehículo usado, con una caída en su facturación del 36,9% con 294 millones de euros. Por su parte, el negocio del vehículo nuevo cayó un 23,7% facturando 858 millones de euros.
A nivel nacional, los concesionarios perdieron el 19% de su negocio el pasado año. El sector de la distribución oficial cerró 2020 con una facturación del 35.895 millones de euros, mientras que en 2019 lo hizo con 44.207. Estos datos han sido presentados hoy por la patronal de los concesionarios, Faconauto, en un encuentro con la prensa previo a la celebración de su Congreso & Expo, que tendrá lugar los próximos días 17 y 18 de febrero.
Por áreas de negocio, la que más sufrió fue la de vehículo nuevo, con una caída en su facturación del 19,8%, seguida de la posventa (-18,8%), mientras que el negocio del vehículo usado cayó un 14,7%. Con estas cifras, la rentabilidad media de las redes oficiales de cocesionarios fue del 1,2% sobre su facturación, aunque 49% de los concesionarios se habrían quedado el año pasado con una rentabilidad
media inferior al 0,5%.
“Pese al fuerte impacto que ha tenido la pandemia y la crisis económica, los concesionarios hemos sido capaces de mantener la rentabilidad positiva de nuestros negocios, aunque con un margen muy estrecho, raquítico. Esto ya augura que el primer semestre de este año será muy complicado, y nuestra viabilidad pasa por reactivar la demanda y el consumo. De lo que pase hasta junio dependerá, en gran medida, el que esta crisis coyuntural no se convierta en estructural y el que los concesionarios podamos seguir invirtiendo en futuro: en la transición ecológica y digital en la que está inmerso el sector”, ha dicho el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez.
Respecto al empleo, las red oficial de concesionarios perdió 8.075 puestos de trabajo el año pasado, aproximadamente un 5% del total, quedando en 153.425 trabajadores. Para Faconauto el mecanismo de los ERTE ha sido esencial para mantener el empleo en el sector, pero ha advertido que difícilmente podrán mantener sus actuales estructuras si el mercado no remonta. De hecho, según la encuesta VCON, elaborada por la consultora MSI para la patronal, el 64% de los concesionarios prevé reducir sus plantillas en 2021.
La recuperación, en 2022
Según prevé Faconauto, para ver una recuperación del sector habrá que esperar hasta 2022, cuando se volverán a alcanzar los 1,2 millones de vehículos matriculados, un cifra parecida a la de 2019. Mientras, para este ejercicio, maneja un escenario optimista, en el que se rebasarían apenas el millón de unidades, y otro pesimista, con un mercado inferior a ese millón de ventas. La evolución del
mercado dependerá de la rapidez con la que se produzca la vacunación de la población y la normalización de su movilidad.
La patronal ha indicado que, además del mercado, está corriendo peligro el que España avance a mayor velocidad hacia la descarbonización de la movilidad, hacia la implantación del vehículo eléctrico y hacia la renovación del parque automovilístico. “No podemos, ni como sector, ni como país, perder el tiempo, por eso, para atajar los retos a corto y a largo plazo es necesario que el Gobierno active los 3.750 millones de euros que comprometió vinculados al Plan de Impulso de la Cadena de Valor de la Industria de la Automoción”, ha indicado Gerardo Pérez.
De los cinco ejes estratégicos que incluía el Plan de Impulso, Faconauto considera urgente abordar el primero, la renovación del parque, mediante la reactivación de los 200 millones de euros sobrantes del Plan Renove para lanzar un Renove 2021, que podría acompañarse además con una plan de achatarramiento sin compra.
En segundo lugar, Faconauto considera que habría que abordar reformas más estratégicas, como la de la fiscalidad, un instrumento esencial para fomentar la renovación del parque e incentivar la demanda. En concreto, Faconauto propone la creación de un nuevo impuesto medioambiental, que sustituya el impuesto de matriculación, de carácter autonómico y estatal que gravara el parque según sus
emisiones de CO2 con una cuota anual. Además, propone el mantenimiento del impuesto de circulación, pero bonificando al 100% los vehículos con etiqueta cero y trabajando a futuro en un cambio de este impuesto para que grave la contaminación atmosférica de los vehículos en función de su antigüedad.
La seguridad jurídica y las reformas normativas del sector es otro aspecto que no se puede demorar, a juicio de Faconauto. Sin esa seguridad, se está lastrando la posibilidad de que los concesionarios sigan invirtiendo para propiciar una transformación profunda del sector y posibilitar la transición ecológica y digital. El 81% de los concesionarios considera que la inseguridad jurídica ha impactado
negativamente en sus resultados de 2020, según el estudio V-CON.
“Ya estamos analizando las prácticas concretas que pueden estar perjudicando a los concesionarios para que no se sigan produciendo. Cuando tengamos esa “foto”, dialogaremos para encontrar puntos de encuentro con los fabricantes, pero también denunciaremos y haremos todo lo posible para avanzar hacia un marco regulatorio”, ha dicho el presidente de Faconauto.