Los convocantes de la manifestación de este miércoles en Toledo para pedir a la Administración que declare plaga de conejos en las comarcas afectadas por la alta presencia de “estos conejos muy voraces”, estiman la participación de 2.000 personas.
Así lo ha dicho a lanzadigital Florentino de Mora, vicepresidente portavoz de la Plataforma de damnificados por la plaga de conejos, entidad movilizadora junto a Unión de agricultores y ganaderos de Castilla-La Mancha.
Hasta la tarde de este martes, “tenemos confirmados 20 autobuses” que saldrán de distintas comarcas, principalmente de La Mancha, de las provincias de Toledo, Cuenca y Ciudad Real.
Desde las 10 horas (salida desde la plaza de toros de Toledo hasta la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural) pedirán “a la Administración regional que declare plaga y ponga en práctica otros métodos para acabar con esta tipología de conejos, porque las actuales medidas no son suficientes”.
“Llevamos muchos años sufriendo los daños”, ha sostenido de Mora, y la declaración de comarca cinegética (permisos para cazar con limitaciones) “no es la única solución”, dado que la presencia del lepórido “híbrido” se amplía y “si hace un lustro afectaba a unas 80 poblaciones, este año se ha decretado en 292”.
Los datos de los convocantes son esclarecedores: unas 80.000 hectáreas de leñosos, almendros, olivar y vides afectadas, además del cereal, y pérdidas de más de 50 millones de euros. Por ello, la resolución del problema, para De Mora, para por “declarar plaga” y por la autorización de caza en todas sus modalidades, sin plazo temporal.
De lo contrario, los agricultores y ganaderos – “se comen los pastos y transmiten enfermedades”-, seguirán “hundiéndose”, y “si las administraciones evitan los hundimientos de las infraestructuras (carreteras y autovías), también pueden evitar el hundimiento de las familias con daños de conejo”.
El portavoz ha denunciado “la conducta” de este ejemplar híbrido, “criado en cautividad para no romper la cadena trófica de las águilas y los linces”, y que “no sabe vivir en el monte”.
La sequía, ha agregado, ayuda a que no haya hierbas y los conejos acudan a los cultivos “que destrozan en su totalidad”.
Impotencia
En la misma línea, el agricultor toledano Félix Mendoza ha denunciado “la impotencia” para reducir esta alta presencia de conejos. “No hay manera de terminar con ellos”, ha apuntado, en buena parte por las dificultades a la hora de actuar en los “reservorios como los cauces de los ríos o las vías pecuarias”.
“Desesperado” ante los innumerables lepóridos por el campo, Mendoza ha lamentado la llegada “de golpe y porrazo” de conejos “el doble de grande al tradicional que conocíamos”, que era “pequeño” y con una población “controlada por las enfermedades que los diezmaban”. El actual es “resistente a las enfermedades, mucho más voraz y con más capacidad reproductiva”.
Las consecuencias “son muchas” para el sector del vino, con “miles de euros en pérdidas”, que se suman a los costes “si quieres cambiar de cultivo”, como es su caso, pues “he tenido que arrancar tres parcelas”.
