La mayoría de los españoles que optaron por un alojamiento anunciado a través de la plataforma Airbnb para viajar este verano[1] lo hicieron para (re)descubrir su propio territorio. Los viajes domésticos sumaron 1,4 millones de llegadas de huéspedes o el 33% del total de viajeros que recibió España en el periodo (4,2 millones). Además, más de un tercio de los viajeros españoles que se quedaron en España reservaron por primera vez en Airbnb este verano.
La proporción de viajeros españoles que usa la plataforma Airbnb durante el verano para viajar dentro de España es dos veces superior a la de los viajeros que llegan de Francia, tres veces mayor a los que llegan del Reino Unido o de EEUU y siete veces mayor que la de Italianos o Alemanes.
Una de las tendencias destacada entre los viajeros domésticos que utilizaron Airbnb durante el verano es cada vez un mayor número eligió un destino en su propia región. El turismo de proximidad –gente que viaja en la misma región donde tiene su residencia principal- se incrementó casi un 20% en 2019. El turismo de proximidad a través de la plataforma Airbnb tiene un impacto directo en las comunidades que recibieron a estos visitantes. Este segmento de viajeros aportó casi 40 millones de euros extra a los anfitriones locales durante el verano.
Los residentes en las islas Canarias son los que más apuestan por el viaje de proximidad. Así, el 43% de los isleños que usaron Airbnb para encontrar alojamiento viajaron en su propia región durante el verano. Los andaluces fueron el segundo grupo en optar por el turismo de proximidad. Casi el 40% de los andaluces escogieron quedarse en su comunidad, seguidos de gallegos (25%), valencianos (22%) y catalanes (20%).