Los ribereños recuerdan la importancia del agua y “el daño socioeconómico y medioambiental sufrido a lo largo de estos cuarenta años en la cuenca del Tajo”, según ha informado la asociación en nota de prensa.
“El agua es la sangre que irriga nuestro planeta y cumple una función básica, que debe prevalecer sobre cualquier beneficio empresarial. No podemos dejar que se seque un río por mucho beneficio privado que genere a los cuatro aguatenientes del Scrats”, ha señalado el presidente de la asociación, Francisco Pérez.
Desde los municipios ribereños se ven “obligados constantemente a recordar que los ríos no son cañerías cuya agua se pierde en el mar, cumplen una función importantísima y son vitales para la supervivencia del propio ser humano”. Un ciclo, el del agua, que se aprende en los colegios y “se olvida al acceder a ciertos cargos, por lo que parece ante quienes reclaman trasvases de más y más ríos”, han lamentado.
“A menudo usan el argumento de que pagan por el agua, lo cual ni siquiera es cierto, pero aunque así fuera, nosotros no queremos venderla; queremos que el agua sea de todos los españoles, que corra por el río, que de cobijo a una gran diversidad de especies, que enriquezca riberas, que sirva para disfrutar de un ocio sostenible y que se aproveche por una agricultura responsable y respetuosa con el Medio Ambiente, no por una industria codiciosa que se multiplica sin mesura y envenena y desertifica todo lo que toca”, ha advertido Pérez.
El ejemplo, para el presidente, a lo largo de estos cuarenta años es “infame”, ya que el trasvase ha supuesto “la ruina de una comarca, la ribereña; la muerte de un río, el Tajo; y el colapso medioambiental de una región, la de Murcia, que ha multiplicado sin mesura las hectáreas de regadío, arrasando con su paisaje y envenenando una joya, el mar menor”.
El estudio presentado a principios de 2018 por la Asociación de Municipios Ribereños mostró un panorama “desolador”, con una comarca que podría haber prosperado como la del embalse de San Juan, abocada a la despoblación “por culpa de la avaricia de la agricultura industrial del Scrats”.
Por todo ello, los ribereños han pedido la Gobierno medidas “reales y urgentes” para revertir la situación del río Tajo. “Necesitamos más árboles autóctonos en España para que llueva, compatibles con una agricultura tradicional de calidad y no con una agricultura industrial insostenible, más propia de países subdesarrollados”.