El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado este miércoles que, durante la próxima legislatura, buscará reeditar un pacto fiscal acordado con la patronal y los sindicatos con el objetivo de mantener una presión fiscal baja en la región.
«Mi compromiso para los próximos años es que la política en materia fiscal será pactada con empresarios y con sindicatos», ha asegurado el líder del Gobierno regional durante la presentación de las II Jornadas ‘Castilla-La Mancha, tierra de oportunidades’.
García-Page ha defendido la necesidad de acordar que «no haya más impuestos que los estrictamente necesarios para que podamos mantener nuestros servicios públicos esenciales», para facilitar el crecimiento económico y la inversión.
El mandatario regional ha afirmado que «no va a costar», dado que centra la atención en que «estén ambos interlocutores, porque de esa manera garantizamos que no se va a colar ningún tipo de demagogia ni populismo barato en el debate de los presupuestos y el modelo fiscal».
Según García-Page, a través de esta política de acuerdos entre los agentes sociales Castilla-La Mancha ha logrado «ser una de las comunidades con menor presión fiscal», pero sin desatender las necesidades de los servicios públicos.
