En la rueda de prensa que ha ofrecido, tras la reunión itinerante del Consejo de Gobierno en Seseña (Toledo), el presidente regional ha considerado que «ha llegado el momento» de que en España se aborde la supresión ya definitiva de las tasas de reposición de las limitaciones para la gestión de plantillas públicas. «Estamos casi en un absurdo».
«Mantener por mas tiempo –las tasas de reposición– significa una especie de estrategia de recortes de servicios públicos», ha avisado García-Page.
Ha sido en este contexto donde el presidente regional ha informado de que este martes se ha dado «el pistoletazo de salida» al presupuesto de Castilla-La Mancha para 2022, «unos presupuestos que seguirán siendo una dosis más de antídoto a los recortes que sufrimos hace unos años», ha manifestado.
«Vamos a seguir recuperando todo aquello que se recortó en su momento y al mismo tiempo compatibilizándolo con la consolidación de los servicios públicos», ha recalcado.
«Sólo hay un pero al presupuesto de la Comunidad Autónoma –ha dicho– y es que seguimos reclamando que haya fondos COVID en un año que sigue teniendo problema COVID».
Ha sido en este punto donde ha advertido de que él «no va a sacrificar» como presidente ni va a despedir a ningún tipo de trabajador público motivado por exigencias del déficit sabiendo que todavía hay parte de la financiación que se le debe a esta región.
Así, ha estimado que Castilla-La Mancha, este año, va a gastar unos 200 millones de euros que no tendría que gastárselos si no hubiera COVID. «Estos 200 millones, obviamente, tienen que computar en los fondos del estado y los fondos extraordinarios», ha apuntado.
