El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha referido al proceso congresual que vive el PP castellano-manchego para afrontar la sucesión de María Dolores de Cospedal, y ha sugerido que la todavía presidenta ‘popular’ llamó a uno de los dos candidatos, Francisco Núñez, para decirle que “le había tocado” el sillón de nuevo líder del partido.
A preguntas de los medios durante un desayuno informativo, García-Page ha apuntado además que hay un “razonable entendimiento” entre Núñez y su adversario en la carrera, Carlos Velázquez.
“Cospedal llamó para decir que le había tocado el cargo a uno de los dos”, ha afirmado, y ante la pregunta de “a cuál de los dos”, ha contestado: “Pues Cospedal es de Albacete” –igual que Francisco Núñez–.
“Hubiera preferido que siguiera Cospedal. A lo mejor soy el único, pero es a lo que ella se comprometió con la ciudadanía. Y los que aspiran a sucederla están muy clonados. No creo que haya mucha diferencia”, ha sentenciado.
Tajo
Por otro lado, el presidente ha considerado que el Ministerio para la Transición Ecológica está “de espaldas” al río Tajo, y aunque afirma que la dinámica del Gobierno es “ir a la contra de los trasvases”, no está “contento” con que se sigan aprobando trasvases.
García-Page ha defendido la utilidad de la posición de Castilla-La Mancha contra el Trasvase Tajo-Segura. “Si no nos hubiésemos puesto serios, ahora habría desde Cáceres un trasvase del Tajo medio”, ha afirmado.
En este sentido, ha apuntado que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero “puso en marcha un sistema de desaladoras” que, ha añadido, “serán en el futuro la alternativa real” al trasvase, mientras que “es evidente que los gobiernos que con menos complejo han defendido los trasvases han sido los de Aznar y Rajoy”.