Los votos del PSOE y del PP han rechazado la proposición no de ley del Grupo Parlamentario Podemos que, entre otras cuestiones, pedía la moratoria a la concesión de autorizaciones ambientales a explotaciones ganaderas industriales.
“No podemos permitir que Castilla-La Mancha se convierta en un estercolero, debemos poner freno a la ganadería intensiva y regular este sector”, ha exigido el portavoz de Podemos en las Cortes castellano-manchegas, David Llorente, desde la tribuna del salón de plenos del Parlamento regional, desde donde ha defendido su iniciativa.
La formación morada, en su PNL, solicita al Gobierno regional elaborar en el plazo máximo de seis meses un Plan Estratégico de Ganadería Intensiva y someter este Plan a una Evaluación Ambiental Estratégica que valore de forma detallada y rigurosa el impacto ambiental acumulado de la ganadería intensiva en Castilla-La Mancha
Asimismo, pide dejar de promover y apoyar económicamente la instalación o ampliación de explotaciones de ganadería intensiva en Castilla-La Mancha al menos hasta la aprobación del Plan Estratégico de Ganadería Intensiva y la realización de la correspondiente Evaluación Ambiental Estratégica
Y ha exigido establecer, en aras al principio de prevención ambiental, la suspensión inmediata en la concesión de nuevas autorizaciones ambientales integradas para las explotaciones industrializadas de cría de porcino hasta que se cuente con el resultado de la correspondiente Evaluación Ambiental Estratégica.
Tanto socialistas como ‘populares’ han presentado enmiendas a esta iniciativa de Podemos pero, sin embargo, el portavoz de la formación morada ha rechazado que éstas sean incorporadas al texto.
Las enmiendas del PSOE
De su lado, la diputada socialista Carmen Torralba ha acusado a Llorente de “faltar a la verdad” en este asunto y ha explicado que el PSOE, en sus enmiendas, pide suprimir el punto 3 de la PNL de Podemos y propone modificar el punto 2 para incluir que no se auxiliarán las inversiones en nuevas explotaciones de porcino ni en aquellas en las que se incrementen el número de plazas por encima de un 10 por ciento.
No obstante, añade, en el caso de la creación de empresas agrarias por personas jóvenes, podrán efectuarse inversiones en explotaciones de porcino, limitadas a 1.000 plazas de cebo o 200 plazas en granjas de madres. En todos los casos, al menos el 10 por ciento de la inversión financiable, deberá contribuir a limitar el impacto medioambiental de estas instalaciones sobre el entorno.
“Venir aquí a hacer demagogia es facilísimo, lo difícil es seguir viviendo en pequeños núcleos urbanos”, ha respondido Torralba a Llorente, a quien ha recordado que el Gobierno de Castilla-La Mancha no apoya a las empresas “por capricho” sino porque contribuyen a generar riqueza en la región.
Las enmiendas del PP
De su lado, el diputado del PP Antonio Martínez ha lamentado que PSOE y Podemos se “tiren los trastos a la cabeza” y ha asegurado que los ‘populares’ van a respetar cualquier actividad productiva que genere empleo y riqueza en Castilla-La Mancha respetando eso sí el medio ambiente y teniendo en cuenta a vecinos y ayuntamientos.
El PP, en sus enmiendas, pide suprimir el punto 2 de la iniciativa de Podemos y pide modificar el punto 3 exigiendo establecer, en aras al principio de prevención ambiental, la suspensión inmediata en la concesión de nuevas autorizaciones ambientales integradas para las explotaciones industrializadas de cría de porcino, siempre en función del número de cabezas y del sistema de producción, hasta que se cuente con el resultado de la correspondiente Evaluación Ambiental Estratégica.
También solicita la adición de un nuevo punto, instando a someter a autorización previa por parte de las corporaciones locales y no simplemente a su adecuación urbanística, en virtud de la posible viabilidad económica, medioambiental o de desarrollo rural de estos proyectos de ganadería industrial intensiva.
No hay expansión sin precedentes
Para cerrar el debate, el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha negado que en Castilla-La Mancha haya una expansión “sin precedentes” de la ganadería de porcino intensivo.
Ha informado de que las granjas más grandes se han incrementado en la región desde 2007 en un 8 por ciento, mientras que en el conjunto del país en un 43 por ciento.
Ha afirmado que “no le gusta nada” que se cree “alarma social” con este asunto y le parece “intolerable” que se vincule cuestiones de salud pública a un sector “tan importante” para la región como es el agroalimentario cuando “vivimos en el lugar del mundo, la Unión Europea, donde hay mayor seguridad alimentaria”.
“Si alguien cumple de manera estricta la normativa en materia de seguridad alimentaria es el sector del porcino”, ha defendido el consejero.
