Asomarse un día a las ventanas que abren todas tus puertas al mundo y hacer de este momento tu día a día, eso es lo que ha hecho esta calzadeña que ha encontrado en sus miles de seguidores todo su apoyo para seguir adelante con la labor que un día comenzó. Salió de Calzada de Calatrava con 17 años para cursar sus estudios universitarios de filología inglesa en Ciudad Real y desde allí se fue a un Erasmus que reconoce que le abrió las puertas a otro mundo que le fascinó, “me cambió la perspectiva de mi vida, yo conocía en mi vida que había A,B,C y ahora he descubierto que hay hasta la Z y me queda tantísimo por conocer que qué hago conformándome con lo que tengo, decidí explorar nuevos sitios, me vine a Madrid, empecé a trabajar en una tienda de ropa y surgió el mundo redes y ahí empecé en las redes sociales”, explica.
Para Rocío Caballero Camacho “cada trabajo tiene lo suyo, es un camino muy sacrificado en el que hay muchas cosas que no se ven, no todo el mundo lo aguantaría”. Los inicios de esta influencer llegan cuando, con su prima, deciden hacer una sesión de fotos y al subirlas a las redes sociales empiezan a recibir miles de Likes y se viralizan. A partir de aquí las marcas pequeñas empiezan a buscar a Rocío para regalarle productos que promocionar, “las primeras fueron unas botas de verano, ahí poquito a poquito fui metiéndome” narra, aunque es consciente que también existe un factor “suerte que es imprescindible y que nadie te dice, que hay un factor constancia de ver que las cosas no avanzan pero aún así pico y pala, pico y pala hasta seguir y que estés en los momentos adecuados también es importante” para poder seguir incrementado tus seguidores en las redes sociales.
