Randstad, empresa de recursos humanos nº1 en España y en el mundo, investigó sobre la evolución de los contratos convertidos a indefinidos, según el sector de actividad y el lugar de residencia del profesional. Además, analizó el peso de esta tipología de contratos sobre el total de contratos indefinidos. Para ello, ha tenido en cuenta los datos publicados por Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) durante el primer semestre de 2008 a 2019.
15.931 contratos pasan a indefinidos
Randstad detecta que, durante el primer semestre del año, 15.931 contratos de duración determinada se han convertido en indefinidos. Supone una caída del 2,1% con respecto al mismo periodo año anterior, cuando se convirtieron en 16.269.
Analizando la serie histórica, según la nota de prensa se detecta que este tipo de contratos descendió durante seis ejercicios consecutivos, a excepción de un leve repunte en 2013 (+1,4%), hasta registrar la cifra más baja en 2014 (6.770). Desde ese año, los contratos de duración determinada convertidos a indefinidos aumentaron durante los siguientes cuatro años para experimentar un recorte del 2,1% en 2019.
El estudio también ha tenido en cuenta el peso de los contratos convertidos a indefinidos respecto del total de contratos indefinidos. Randstad revela que durante el primer semestre de 2019, el 43,8% de los contratos indefinidos de la región provenían de uno de duración determinada, 6,4 puntos porcentuales por encima de la media nacional (37,4%).
A nivel provincial, el estudio revela que Ciudad Real y Toledo tienen un 43,8%, mayor tasa de conversión de contratos temporales en indefinidos. Les siguen Cuenca (48,8%), Guadalajara (37,3%) y Albacete (35,1%).
Cerca de 400.000 contratos a nivel nacional
En el conjunto del país, 397.702 contratos de duración determinada se han convertido en indefinidos. Se trata de la tercera cifra más elevada de la serie histórica, aunque supone una caída del 2,5% con respecto al mismo periodo año anterior. Por otro lado, el 37,4% de los indefinidos procedieron de uno temporal, una tasa que es la más elevada de los últimos siete años y supone cinco de crecimiento consecutivo. La cifra más alta se registró en 2011, cuando el 42,2% de los contratos indefinidos procedían de una conversión.
En industria se convierte la mitad de los contratos temporales
El sector de actividad en el que el profesional desarrolla su trabajo es relevante a la hora de analizar la evolución de los contrato de duración determinada convertidos a indefinidos. En términos absolutos, el sector servicios es en el que más conversiones se realizan, con 294.286 contratos temporales convertidos a indefinidos. A continuación se sitúan industria (56.622), construcción (35.546) y, por último, agricultura (11.248).
Otro indicador relevante es el peso de los contratos convertidos con respecto al total de contratos indefinidos según el sector en donde trabaje el profesional. De este modo, el estudio destaca que uno de cada dos (50,4%) contratos indefinidos del sector industrial procede de uno de duración determinada. A continuación se encuentra la construcción (47,8%), servicios (35,3%) y agricultura (22,3%).
Castilla-La Mancha cae menos que la media nacional
La región donde el trabajador reside es clave a la hora de analizar la evolución de los contratos temporales convertidos a indefinidos. Según la nota de prensa, todas las comunidades han bajado el número de contratos convertidos a indefinidos. El 43,8% de los contratos indefinidos firmados en Castilla-La Mancha proceden de uno temporal, 6,4 puntos porcentuales por encima de la media nacional (37,4%).
Sin embargo, Randstad destaca que Andalucía, con el 48,4%, la Comunitat Valenciana y Canarias, ambas con el 46,6%, son las regiones en las que los contratos convertidos tienen mayor peso.