El actual rector de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Julián Garde, se enfrenta a las próximas elecciones a una situación que no se producía desde hace 21 años: es el único candidato, como lo fue en 2003 Ernesto Martínez Ataz para su primer mandato. Un hecho sobre el que reflexiona para Lanza, así como sobre su visión de cómo serán los próximos días de campaña electoral y cómo se plantea su futuro segundo mandato.
Lejos de dar por hecho su reelección y estar abierto a recibir enhorabuenas, Garde subraya que aún hay que esperar a que finalice el proceso formal. “Creo que para dar la enhorabuena habrá que esperar al final, al 10 de diciembre, con la proclamación definitiva como rector”. Antes, este viernes será definitiva la proclamación de candidatos y el lunes arrancará la campaña electoral, que concluirá un día antes de las votaciones, el martes 3 de diciembre.
Esfuerzo en la campaña
Para Garde, el hecho de no tener contendientes no cambia la importancia del proceso. Asegura que hay un proceso fundamental por delante, la campaña y las votaciones, en las que considera esencial promover una participación activa. “En este contexto, en el que solo hay un candidato, podríamos tener la sensación de relajación y tranquilidad, y entonces tener menos participación en el proceso electoral que hace cuatro años. Voy a intentar revertir esa situación”, afirma.
Con este panorama en mente, el rector asegura que, a partir del lunes, su objetivo será transmitir el programa electoral a la comunidad universitaria, motivándola a participar de manera masiva: “Nuestro objetivo es ilusionar a la comunidad con el programa, convencerlos y, sobre todo, animarlos a que participen en el proceso electoral, porque siempre es mucho mejor, en especial de cara al exterior, tener ese respaldo mayoritario, con una participación elevada. Cuanto más elevada mejor”.
Al ser consultado sobre si ha reflexionado sobre si es positivo o negativo el hecho de ser el único candidato, Garde explica que no se trata de algo que le preocupe especialmente. “No sé si es mejor o peor, pero también he dicho muchas veces, como el día de la apertura de curso, que si hubiera más candidatos sería un gran momento para reflexionar, debatir y discutir, algo que en una institución como la nuestra creo que es más importante que en otras”, comenta.
En este sentido, destaca que el debate académico siempre es positivo y, aunque el número de candidatos no depende de él, interpreta esta situación como un indicativo de tranquilidad, estabilidad y confianza de la comunidad universitaria tras sus cuatro años de gestión. “Siempre el que gestiona se desgasta y el que no haya más candidatos es un acto de reconocimiento y confianza de la comunidad universitaria hacia el trabajo que hemos realizado”.
Sin candidatos: Más responsabilidad y compromiso
Por otro lado, Garde asegura que la ausencia de adversarios no supondrá una relajación. “Provoca en mi un sentimiento de más responsabilidad. El que no se haya presentado nadie, jamás lo tomaría como un cheque en blanco, sino al contrario, considero que ahora es para mí vital motivar a la comunidad universitaria para que, como hace cuatro años, se sientan identificados con el proyecto que vamos a plantear y haya una participación masiva o por lo menos muy elevada, que es lo que interesa”, afirma.
Respecto a cómo afrontará la campaña, Garde explica que sus planes apenas cambiarán respecto a lo que tenía en mente si hubiese tenido competencia. “Lo que haré será lo mismo que hace cuatro años: recorrer todos los campus y todas las sedes, trasladar a todo el mundo y todos los sectores el programa electoral que planteamos”, asegura.
Aunque aún no ha definido si la campaña se organizará por edificios o facultades y escuelas, Garde afirma que todos tendrán oportunidad de escuchar su programa y aportar sus ideas, pues una de las enseñanzas de su mandato anterior es la importancia de contar con flexibilidad para adaptarse a los imprevistos. “En esas intervenciones una primera parte será para contar lo que propongo y luego dejaremos un tiempo para que la gente pregunte o incluso aporte, porque una de las cuestiones que hemos aprendido en estos cuatro años de gestión es que uno no puede hacer un programa de gobierno cerrado, porque durante el transcurso del mandato aparecen muchas situaciones sobrevenidas que de alguna manera inciden en que el programa se tenga que modificar, se tenga que ampliar. En ese sentido, las ideas que recoja en esas dos semanas pueden ser de utilidad para modelar un poco el programa”.
Un mandato con base sólida y seguir mejorando lo mejorado
Respecto al futuro segundo mandato, Garde reflexiona sobre los desafíos que enfrentó en sus primeros cuatro años, marcados por circunstancias extraordinarias como la pandemia, la tormenta Filomena, un ciberataque y la crisis energética derivada de la guerra que hizo que la UCLM pasara de pagar 350.000 a 900.000 euros mensuales en energía eléctrica.
“Ha sido complicado, pero ahora tenemos una base sólida. Hemos conseguido en estos cuatro años la ejecución del 82,7% de nuestro programa electoral y sobre eso tenemos, primero, mantener todo lo logrado, que a veces no va a ser fácil, como lo es obtener tasas de cobertura en los grados del 99%”.
Para Garde, mantener y mejorar lo alcanzado es un reto en sí mismo. Considera que es crucial consolidar lo logrado y avanzar en proyectos que fortalezcan la posición de la UCLM de cara a 2030. “Hemos avanzado mucho, los datos están ahí, son contundentes, y mejorar sobre la mejora es difícil, pero en cualquier caso, para mí esta situación me carga de más responsabilidad”, a seguir impulsando a la UCLM hacia una posición privilegiada en los próximos seis años.