El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, ha hecho este lunes balance del primer año de gobierno de PP y Vox en el Ayuntamiento de la capital, un ejercicio que ha servido, a su juicio, para sacar a la ciudad «de la parálisis».
«Este ha sido un año de hechos reales, constatables, que nos acercan a los ciudadanos», ha ahondado, arropado en la rueda de prensa por todos los ediles del equipo de Gobierno, a quienes ha agradecido su trabajo «por encima de intereses personales y familiares».
Según ha dicho, «hoy Toledo está mejor, pero no nos conformamos con eso, queremos que esté mucho mejor de lo que está en estos momentos». Velázquez, que ha repasado área a área la labor de este equipo, ha confesado que la «espina más grande» que le ha quedado es la del cuartel de la Guardia Civil, una situación que «absolutamente nadie puede entender», ha confesado.
Durante su intervención, ha dejado varios anuncios, como la reparación de la piscina del polígono –que «pierde miles de litros todos los días»– y cuyas obras empezarán una vez que pase la temporada de verano, y la colocación en la zona del Miradero de la estatua del ciclista Federico Martín Bahamontes –-retirada por actos vandálicos–, que ahora se verá sobre una peana, el 9 de julio, coincidiendo con el cumpleaños del ‘Águila de Toledo’.
Además, se va a realizar una actuación de recuperación de los acerados y pavimentaciones en la calles Panamá, Colombia, Méjico y Uruguay del barrio de Santa Teresa, que no se hacía «desde los años 80», así como en la calle del Molinero –que une el barrio con la Universidad regional–, «donde habrá una actuación singular y carril bici», ha explicado.
El regidor ha avanzado también que el Ayuntamiento ha presentado –el pasado jueves– a la Consejería de Fomento el borrador del Plan Especial de Infraestruturas para la conexión entre los barrios de Azucaica y el Polígono, así como el documento ambiental estratégico, de tal manera que será la administración regional la que «tiene ahora que pilotar este tema», junto a otras consejerías, Adif –por la afección con la vía del tren– y la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) por el puente que pasa por el río, a fin de «que en cuatro meses estén todos los informes para agilizar» ese vial entre los barrios.
La semana pasada se celebró otra reunión con el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), propietario de la denominada «zona de contacto» de Toledo, de la que salió el compromiso de renovar, antes de que finalice el año, el convenio que hay firmado con esta entidad, «modificando suelos de carácter terciario» para transformarlos en suelo residencial.
La elaboración del nuevo convenio, como ha detallado, tiene que dar respuesta al número de viviendas y las posibles infraestructuras que se tienen que ejecutar derivadas de esas viviendas. El alcalde ha explicado que una de las parcelas donde se podrían ejecutar desarrollos terciarios de carácter comercial estaría dentro de la zona protegida de la Fuente del Moro, por lo que hay que «revisar y repensar» el proyecto a nivel técnico por parte de las tres partes –SEPE, Junta y Ayuntamiento–.
Concejalía a concejalía, el alcalde ha apuntado que próximamente se anunciarán nuevas líneas del transporte público, ha adelantado que entre los meses de junio y julio se reunirá personalmente con todas las asociaciones del Consejo de Participación, y ha defendido cómo han «salvado» algunas de las actuaciones que dependen de fondos europeos, que hubieran pasado «sin pena ni gloria» de no haber llegado este equipo de Gobierno.
«LA OPOSICIÓN YA NO ES GOBIERNO»
Preguntado por la propuesta de la vicealcaldesa de respaldar la iniciativa del historiador y académico Antonio Casado Poyales para que el 25 de mayo, fecha de la reconquista de la ciudad por Alfonso VI, sea considerada como fiesta local, el alcalde ha señalado que tendrán que verlo «porque para poner una (fiesta) hay que quitar otra».
Sobre las críticas al incremento de tasas deportivas, tras la confirmación de Toledo como Ciudad Europea del Deporte, el regidor ha recalcado que esa queja «no menoscaba el nombramiento», y que de 200 clubes de la ciudad «los más contrarios son tres o cuatro», reiterando que las tasas llevaban sin actualizar quince años; mientras que sobre la nueva tasa turística ha aclarado que se aprobará, junto al resto de ordenanzas fiscales, «en septiembre u octubre».
Igualmente, a preguntas de los medios, Velázquez se ha referido también a la labor de la oposición, a quien ha aconsejado que siga «la línea de la colaboración institucional» y que sea consciente de que «ya no es gobierno y es oposición», considerando que los toledanos «tienen una memoria democrática muy importante» y en un año se han hecho cosas «que ellos no han hecho en ocho».
«REGALITOS ENVENENADOS»
Previamente, la vicealcaldesa de la ciudad y concejala de Seguridad Ciudadana, Inés Cañizares, ha repasado cómo solo durante este primer año de gobierno han solucionado «muchos de los regalitos envenenados» que les dejó la anterior alcaldesa, la socialista Milagros Tolón.
Ha citado entre ellos el acuerdo con la Policía Local, que ha supuesto dar «carpetazo al engaño de la alcaldesa» o las irregularidades «graves» en la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo, donde se van a encargar un informe externo «para ver cuál fue la relación del anterior gerente» con la empresa en la que trabaja actualmente y que fue adjudicataria de diferentes servicios.
En su opinión, esos «problemas y palos en las ruedas» que se han encontrado a la hora de adoptar sus propias medidas han reflejado «una forma de gobernar electoralista y de espaldas a los ciudadanos» por parte del PSOE, y son las que les han «impedido avanzar mucho más» de lo que han hecho.
Cañizares, no obstante, es consciente de que, pese a ello, muchos de esos problemas los han «solucionado con éxito», sumando a los dos anteriores, el hecho de que la DANA de septiembre les obligara a poner en marcha su propio Plan de Emergencias Municipal –dado que el anterior estaba «caducado desde 2016»–; la «promesa incumplida» de las obras para el cuartel de la Policía Local, del que ahora se llevará a cabo la licitación «lo antes posible para que salga adelante el proyecto».
Ha mencionado igualmente el cuartel de la Guardia Civil, donde lo que dejó Tolón «fue un cartel» en unos terrenos en los que «no se podía construir», las obras en el mercado de abastos del Casco Histórico, o los distintos proyectos que el actual equipo de Gobierno ha «conseguido salvar» con fondos europeos.
Las «alrededor de mil licencias a la espera de ser tramitadas» que se encontraron –el alcalde ha confirmado que se ha contratado a un arquitecto, que se formalizará un convenio con el Colegio de Arquitectos en la demarcación de Toledo para «resolver este tema» y que en julio se incorporará un nuevo ingeniero de caminos– o «problemas en contratos recién renovados» como el de Unauto, han sido otros puntos referidos por la vicealcaldesa.
Amén de las «sentencias incumplidas» como la que obligaba a subir el recibo del agua o un «modelo turístico caducado» con otro «modelo de pisos turísticos, que es una chapuza» y que se va a solucionar «antes del verano».
PACTO «MUY POSITIVO»
Finalmente, preguntados por el pacto de gobierno, Cañizares ha indicado que las herramientas del mismo son «generosidad y diálogo» y es lo que se está poniendo «todo el tiempo» para que este equipo «funcione» y, al margen de las «discrepancias, lo más importante es que hemos conseguido sacar el ‘sanchismo’ de la ciudad».
«Creo que ha sido muy positivo», ha indicado de su lado Velázquez, quien ha asumido que tienen la responsabilidad «de dar a los toledanos un cambio y ese cambio solo se consigue con estabildiad, durabilidad, responsabilidad y gobernabilidad. Este gobierno es sólido, estable y duradero», ha apostillado.