Una vez más, la alcaldesa ha puesto de manifiesto que los 40 años que viene sufriendo el río Tajo a causa de estas derivaciones de agua al Levante son más que suficientes para poner fin al trasvase y apostar por alternativas que garanticen el agua en otras regiones, como Murcia y el Levante, ya que en Castilla-La Mancha y en Toledo “no nos sobra el agua”.
En este sentido, ha subrayado que como toledana y como alcaldesa “quiero lo mejor para la ciudad en la que nací, en la que vivo y en la que los ciudadanos me dieron la confianza para gobernar”, de ahí que haya reiterado que su postura en la defensa del río Tajo es única y definitiva, “los intereses de Toledo están por encima de quién gobierne el Ejecutivo Central y de cualquier color político”.
Asimismo, ha lamentado que esta nueva derivación de agua al Segura “es una agresión más a nuestro río, un freno a su regeneración y a nuestro propio desarrollo social y medioambiental”, para añadir que con cada trasvase, Toledo pierde oportunidades de crecimiento, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.
“Es hora de que se apueste por un modelo sostenible de gestión del agua, que no genere desigualdades, que se adapte a las exigencias europeas, que proteja el medio ambiente y que nos permita disfrutar de nuestro principal recurso natural en las mejores condiciones”, ha dicho.