Según ha explicado el portavoz del Sindicato Profesional de Agentes Medioambientales de FeSP-UGT CLM, José Azcoitia, la falta de seguridad laboral venía siendo una reivindicación histórica del colectivo pero el punto de inflexión se produjo tras el asesinato de dos agentes forestales en Girona por un cazador.
“Desde entonces tuvimos claro que eso no se podía volver a repetir y empezamos a presionar a la administración para protocolarizar todas las labores de riesgo de los Agentes Medioambientales y proporcionarles los recursos materiales y humanos necesarios”, ha explicado Azcoitia, según ha informado en nota de prensa el sindicato.
Para la elaboración de los protocolos la administración encargó un informe a una empresa privada y los distintos sindicatos con representación en el cuerpo empezaron a negociarlos. Fue en este momento cuando muchos profesionales iniciaron un movimiento interno de recogida de firmas defendiendo que el trabajo en equipos no es óptimo en todos los casos y debe reservarse para situaciones de riesgo, como los servicios de caza y de pesca.
Según UGT, el 70% del cuerpo apoyó este planteamiento y otras inquietudes que ha trasladado, “que han sido recogidas en gran medida por la administración y han supuesto el paso previo para que el sindicato les diera el visto bueno”.
“Los protocolos han de suponer una mejora en las condiciones de seguridad hasta ahora insuficientes y esta la principal preocupación para nosotros. La administración debe comprometerse a subsanar las deficiencias que pueda haber en la práctica y a incluir mejoras en el sentido que consideren la mayoría de los profesionales del cuerpo”, ha declarado Azcoitia.
