Así lo ha explicado García en una entrevista realizada en la Cadena Ser recogida por Europa Press, donde ha explicado que la nutrigenética es la rama de la genética que relaciona los genes con los alimentos, la ciencia que dice el gen y el alimento que es más compatible, así como el alimento que va venir bien o mal a la persona. “Es la ciencia que estudia esa relación entre los genes y los alimentos”, ha detallado.
“Para estudiar la nutrigenética se han escogido 12 genes porque en nuestro estudio se va relacionar la nutrigenética con la actividad física y lo que estamos mirando son los genes que actúan de manera directa sobre aspectos que están relacionados con alimentos y otros aspectos que están relacionados con la actividad física”, ha asegurado.
Preguntado por la muestra de datos que tienen que analizar para realizar el estudio, ha detallado que van a estudiar a un total de 15.000 personas que se dividen en personas con un Índice de Masa Corporal (IMC) por encima de 25 puntos y otro grupo por debajo de 25. A su vez, ha concretado que estos grupos también se dividen en personas sedentarias y activas.
“Ahora mismo llevamos evaluadas más de 4.000 y estamos en proceso de toma de datos, después con la inteligencia artificial cruzaremos los datos y buscaremos las conclusiones”, ha indicado.
Este proyecto, según ha señalado García, se fija en Toledo pero se realiza a través de un grupo de investigación llamado ‘Akhantos’ que está asociado a la Facultad de Ciencias del Deporte de la UCLM y la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Además, ha añadido que el investigador principal del estudio es Antonio López, “el Premio Nacional de Investigación de 2018”.
Proceso de participación
Para obtener los datos del estudio, la colaboradora en ‘Ciencia a la Carta’ María José Ruiz ha participado en el estudio y ha indicado que “te dan como un palito de los oídos” que se pasa por la mucosa bucal –dentro de la boca– y se introduce en una tarjeta que se entrega.
García ha añadido que, junto a ello, hay que rellenar un cuestionario sobre los hábitos nutricionales y la actividad física diaria de la persona. Sobre el informe que se entrega a la persona estudiada, ha apuntado que en él viene explicado qué tipos de genes han trabajado y cuáles se han manifestado de forma positiva, neutral o negativa dependiendo del ejercicio físico practicado.
Además, ha apuntado que se entrega una serie de sugerencias sobre el tipo de comidas que son mejores para las personas estudiadas acompañadas de una tabla con los alimentos que son más positivos.
Preguntado por si un determinado ejercicio puede no venir bien a una determinada persona, ha indicado que en la actualidad está cambiando la manera de hacer ejercicio.
“Hace unos años nos decían que había que correr mucho tiempo a poca frecuencia cardiaca para perder la grasa. Eso es bueno si tienes un gen que se manifiesta positivamente hacia esa orientación pero hay muchas personas a las que ese gen se les manifiesta negativamente, por cual hay que cambiar su orientación de entrenamiento, es decir, hay que hacer un entrenamiento más anaeróbico. Dependiendo de cómo se manifieste el gen así tendrá que ser el entrenamiento”, ha apostillado.
En este sentido, ha señalado que lo que hacen en el estudio es juntar el ejercicio físico y la alimentación para buscar con inteligencia artificial un algoritmo que “diga que una persona puede ir hacia la obesidad, pueda tener diabetes o qué tipo de ejercicio puede necesitar para mejorar la enfermedad”.
Diferencias con la OMS
Sobre si la nutrigenética tiene alguna diferencia con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha puntualizado que lo que dice la OMS no corresponde muchas veces con la realidad.
“Ahora se ha puesto de moda que hay que andar 15.000 pasos y con eso hace el ejercicio físico de todo el día. Pues bien, yo entregué un pulsómetro a Mariano, un camarero, para ver los pasos que da al día y daba 30.000 pasos diarios. Muy a mi pesar, Mariano es una persona obesa. No se trata de caminar sino lo que haces después”, ha asegurado.
En cuanto a la dieta mediterránea que aconseja la OMS, ha dicho que es saludable pero que habría que ver, dentro de la dieta, qué alimentos son aconsejables y cuáles no en función de la genética.
