La investigación de Antonio Cebrián tiene como principal conclusión, tal y como ha defendido, que “la adecuada utilización de las TIC implica una nueva forma de entender la educación, en la que los alumnos se convierten en los protagonistas activos de los procesos de enseñanza-aprendizaje, en la que el docente no controla todas las variables ni es la única fuente de conocimiento y el éxito depende de la preparación y gestión del contexto, en la que el rol del docente es el de facilitador de entornos”.
Este trabajo es el resultado de una tesis doctoral, con calificación de Sobresaliente cum laude, que defiende la idea de que “no basta con la simple integración de las TIC en la práctica educativa cotidiana, sino que éstas han de servir para una profunda transformación de los procesos de enseñanza-aprendizaje con metodologías de trabajo más colaborativas y participativas”.
En esta tesis se propone un aprendizaje siguiendo los modelos CAIT (Constructivo, Autorregulado, Interactivo y Tecnológico) y TPACK (Conocimiento Pedagógico del Contenido Tecnológico), obteniendo una mejora del rendimiento académico respecto a metodologías más tradicionales.
Los resultados de la investigación se han obtenido de cada uno de los doce diseños experimentales que se desarrollaron a lo largo de seis cursos académicos (2010-2017), en los que se han realizado diversas experiencias en diferentes asignaturas y en distintas etapas educativas, habiendo encontrado diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de control que seguían metodologías tradicionales y los grupos experimentales que utilizaban metodologías centradas en las TIC.
El trabajo concluye con la necesidad de un cambio en la metodología de enseñanza con la inclusión de recursos TIC de la web 2.0 que permiten un trabajo más visual, intuitivo, colaborativo y con mayor compromiso e implicación de los alumnos.