La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha (Upa) advierte de que se pueda perder la utilidad de los seguros agrarios y critica la situación por la que atraviesan y cómo están afectando a los agricultores y ganaderos.
En un comunicado indicó que, tras la Comisión General de Enesa celebrada hace pocos días, Upa exige una “reflexión profunda” sobre la situación de los seguros agrarios en España pues en los últimos cuatro años los agricultores y ganaderos han tenido que hacer frente a un incremento del precio final de entre un 20 y un 80 por ciento, afectando de manera directa a explotaciones fundamentales en la región como el ajo.
Upa expuso que ha resaltado en múltiples ocasiones que los seguros agrarios son “una herramienta clave frente al cambio climático; y cuando se está consiguiendo una mentalización e incremento de las pólizas, el sistema y ciertos intereses hacen que cada vez sean más inaccesibles”. “Encarecer las primas no es la solución”, subrayó.
“Y es que, al parecer, las empresas asociadas a los seguros agrarios llevan varios años consecutivos de pérdidas, motivados por estas condiciones climatológicas y el incremento de asegurados; con lo que la intuición es que no quieren pagar más y de ahí que estén realizando una presión tremenda sobre Agroseguro para incrementar todas las líneas”, argumentó.
Desde UPA Castilla-La Mancha se critica que Enesa, Entidad Estatal de Seguros Agrarios, “no está acometiendo su labor de mediadora, y está permitiendo a Agroseguro siga haciendo estas subidas a su antojo”, lo que “perjudica de manera directa a agricultores y ganaderos”.
Upa pidió en la Comisión General de Enesa celebrada hace pocos días una “reflexión profunda” sobre la situación de los seguros agrarios en España pues en los últimos cuatro años, los agricultores y ganaderos han tenido que hacer frente a un incremento del precio final de entre un 20 y un 80 por ciento desde 2015. “Es inasumible”, dijo Pedro González, responsable de Seguros de Upa-CLM, que citó las subidas del 60 por ciento en ajo, las que se aplican a la fruta, o las primas por las retiradas de cadáveres que también se han incrementado de manera considerable.
Unas subidas de precios que provoca que sólo contraten seguros aquellos agricultores y ganaderos que tengan mayor percepción de riesgo. El resultado es un sistema “viciado y desequilibrado”, señaló.
Desde la organización agraria, se expuso que si un agricultor asegurado sufre un siniestro, la póliza se le encarece para el siguiente año, y las coberturas se reducen con lo que el sistema corre “el riesgo de dejar desamparados a los agricultores porque se echarán atrás en la contratación de esta herramienta tan importante por la que tanto hemos luchado”.
Frente a esa idea economicista e interesada de Agroseguro de que el sistema está desequilibrado y es obligatorio subir las primas, Upa piensa que si las cuentas se hicieran teniendo en cuenta las aportaciones del Consorcio de Compensación de Seguros en caso de alta siniestralidad, se vería cómo el sistema no está desequilibrado.
Finalmente, desde Upa “se afea a Agroseguro porque su política actual atenta contra del principio de solidaridad, que debe ser la base del sistema”.