La joven ingeniera ténica agrícola de Tomelloso Cristina Monreal ha sido, junto a Diego Nieto, de Ávila, una de las dos personas que han leído el decálogo de la agricultura familiar, en el que han pedido a la sociedad reconocimiento al valor del trabajo agrícola y ganadero, precios justos para los productos en origen, y el apoyo imprescindible para garantizar el futuro del sector “en un entorno de progreso y justicia social”.
Ha sido una de los diez delegados de Castilla-La Mancha que han asistido al X Congreso de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), que se ha clausurado este miércoles en Madrid, en el que el extremeño Lorenzo Ramos ha renovado su mandato como secretario general, y que ha clausurado el ministro de Agricultura, Luis Planas.
Monreal, que trabaja como técnico de UPA y miembro de la Comisión Ejecutiva Regional, además de ser agricultora, ha leído los Manifiesto-Decálogo de la agricultura familiar, como emblema “de la producción de alimentos y otras materias primas”.
Este modelo de explotación sostenible representa, según UPA, “la diversidad, la inclusión y la transversalidad, con sus propias peculiaridades, en cada región y país del mundo”.
“Asienta población en el territorio, garantiza la biodiversidad, genera empleo estable y temporal, sostiene la ganadería extensiva, apuesta por las producciones ecológicas, y conforma la base social de miles de cooperativas y empresas agroalimentarias”, han señalado.
Es un paradigma, igualmente, del emprendimiento y la innovación”, conceptos determinantes “para avanzar en el relevo generacional y en la igualdad”, con un protagonismo creciente de los jóvenes y de las mujeres.
Igualmente, los representantes de UPA, que coordinada en España el Comité del Decenio de la Agricultura Familiar organizado por Naciones Unidas, han recordado que la agricultura familiar “garantiza alimentos saludables para toda la población y es pionera en la producción de alimentos de calidad diferenciada y de agricultura ecológica”. Además, “fomenta el desarrollo de los productos locales, los mercados de proximidad, la venta directa y online, y los canales cortos de comercialización”.
Como impulsor del desarrollo rural, han asegurado, “es la auténtica gestora del territorio y juega un papel imprescindible en el entramado económico y social del medio rural”, y de sus valores culturales e históricos.
La agricultura familiar también genera riqueza y empleo en el mundo rural, al promover “oportunidades económicas diversificadas que fortalecen la multifuncionalidad”, y es “decisiva para el mantenimiento de la biodiversidad”.
El modelo, según UPA, contribuye a mitigar el cambio climático en toda la extensión de los sistemas alimentarios, y facilita la transformación digital de la sociedad rural, además de liderar la adecuación de la sociedad a los Objetivos de Desarrollo Sostenible con un firme compromiso para el cumplimiento de la Agenda 2030. Para ello, promue “el fomento de sistemas alimentarios diversificados e innovadores”.
El impulso del relevo generacional y la incorporación de la juventud rural al trabajo, y la igualdad y el progreso de las mujeres rurales son otros de los elementos de la agricultura familiar, ha recogido el sindicato.
También es “básica” en la lucha contra el despoblamiento. “Sin agricultura y ganadería no hay vida en el medio rural”, han recmachado, porque “los pueblos vivos son los que mantienen una actividad agraria dinámica y con futuro”.
Cargos
Respecto a la reelección de la ejecutiva nacional de UPA, Julián Morcillo y María Sánchez Seoane, secretario general de UPA de Castilla-La Mancha y secretaria de Organización de UPA en Toledo, respectivamente, han sido renovados como miembros de la ejecutiva nacional en el cónclave de la entidad de productores agrarios y ganaderos.