Marta Alises tenía “muchas ganas” de que regresara ‘la humanidad’. Se ha tirado tres meses sola preparando pedidos para la venta online y atendiendo a los transportistas en las instalaciones de Worten Ciudad Real cerradas por la alarma sanitaria. “Todo el día sin ver a nadie, nada más que con el teléfono”, con todo apagado, sin gente y “oías ruidos por todos los lados. Sobre todo los días que hizo tantísimo aire o llovió fue horrible, unos ruidos que decías ‘madre mía, si es que parece que hay alguien’. Daba miedo, pero bueno, ya está: ‘superao’”, comenta la directora de Worten Ciudad Real, que este martes ha reabierto sus puertas, “directamente con el pase a la Fase 2”.
Con el mismo horario que antes de la pandemia, de diez a diez, y el uso obligatorio de mascarilla, así como guantes desechables que se proporcionan a la entrada, ya se pueden recorrer los en torno a mil metros cuadrados de superficie de sus instalaciones, desde las que durante el confinamiento, en la venta online, han salido sobre todo impresoras y cartuchos de tinta, ordenadores portátiles, cortapelos y barberos, y “artículos que aunque no se consideran de primera necesidad lo son como frigoríficos y lavadoras”; los primeros porque de tanto estar en casa y abrirlos y cerrarlos bastantes se han ‘changao’ y las segundas porque se ha lavado “más que nunca” y a altas temperaturas la ropa sobre todo la gente que ha estado trabajando fuera, comenta Alises, que indica el ‘tirón’ que está teniendo ahora un modelo de lavadora “con vapor para desinfectar”.
Por lo pronto, ya este martes había cola para entrar a las instalaciones de esta firma portuguesa, donde acceden dos clientes por vendedor para que uno ‘vaya mirando’ mientras se atiende directamente al otro.
“Muy esperado”
En Decathlon, que con la entrada de la Fase 1 reabrió 400 metros de su superficie, también están “muy contentos” por el avance que proporciona la Fase 2 y poder poner al servicio de sus clientes todas sus instalaciones de 1.500 metros de superficie, aunque sea a un aforo limitado de hasta el 40 por ciento, con lo que pueden ahora mismo acceder hasta un máximo de 198 personas. “Era algo muy esperado” y “ahora que ya tenemos el cien por cien de la tienda esperamos responder y dar un mejor servicio a todos los clientes que no han podido comprar durante el confinamiento”, indica Humberto Loarte, responsable de Decathlon Ciudad Real, donde se tiene que pasar con mascarilla de forma obligatoria, se guarda el distanciamiento de seguridad, se proporciona gel hidroalcohólico a la entrada y el servicio de probadores permanece “cerrado hasta que no recobremos la normalidad”.
Tras un Erte, se ha recuperado al cien por cien de la plantilla, treinta trabajadores, que “teníamos en marzo e incluso necesitaremos ampliarla” por el período veraniego, expone Loarte, que resalta el ‘repunte’ en la adquisición de artículos relacionados fundamentalmente con la bici, running y material de fitness para casa, mientras que otros ámbitos se han visto mermados como la natación, senderismo, pesca y deportes de equipo como el fútbol y baloncesto.
‘Manitas’
En Leroy Merlin, en el primer día de apertura total de sus instalaciones, se vive la “avalancha de la minireforma”. El confinamiento ha incidido en el deseo de mejorar la calidad de vida en el hogar, estando a su vez “entretenidos”, a lo que se suma la incertidumbre sobre dónde irse de vacaciones, lo que ha hecho que muchos decidan reinvertir esos gastos en reformas en casa, situándose entre los productos más demandados las piscinas, césped artificial y vallado para el jardín, pintura y cambios de puertas, ventanas y cocinas, comenta Francisco Barato, director de la tienda de Leroy Merlin en Ciudad Real.
La entrada en la Fase 2 ha “venido muy bien” tanto a los clientes, por lo general ‘manitas’ y que ahora pueden recorrer los 2.600 metros de las instalaciones de Leroy Merlin, como a los trabajadores, ya que en la Fase 1 el personal, que se ha “comportado excepcionalmente”, ha trabajado “una barbaridad” puesto que, con sólo 400 metros cuadrados abiertos, “estábamos como en un mostrador de ferretería pero sin tener los tornillos detrás, teníamos que ir hasta la otra punta de la tienda a traer lo que necesitaba el cliente y ver si era realmente lo que requería”.
Demanda y cautela
En las tiendas de muebles, se ha notado la “afluencia de público, que ha salido para cubrir las necesidades y carencias que tenía en el hogar”. “Estamos contentos por las visitas que recibimos y también por la traducción que hay en la venta”, señala Gervasio Simón, responsable de Merkamueble, que también expresa su preocupación respecto al futuro inmediato: “si el cliente va a seguir respondiendo con esta demanda o después se va ir de nuevo a confinar en casa”, algo que espera que no suceda.
Actualmente, destaca la demanda relacionada con el colchón y el mueble auxiliar como mesas de centro y muebles de televisión ya que “hay quien ha cambiado la televisión de tamaño y se le hace pequeño” el que tenía. Así mismo, percibe que “el cliente nos viene demandando productos de bajo coste, menor que antes”. “Necesitan cubrir necesidades” pero “hay cautela” en relación con las nuevas adquisiciones”, comenta el responsable de un negocio, cuyo modelo no se corresponde con el de las aglomeraciones, sino más bien de visitas que suelen ser de “manera individual, de pareja o de un matrimonio con algún niño”.
Funcionalidad y comodidad
Al estar ubicados en Miguelturra, donde no fue festividad el lunes, Merkamueble abrió el lunes 1 de junio, primer día de la Fase 2, al igual que Valencia Muebles con toda su exposición abierta al público. “En las tiendas de muebles no hay un barullo de gente, vienen poco a poco, ya está abierta la exposición entera y hay una buena aceptación. La gente viene y está comprando. Creíamos que iba a ser peor, pero en principio las ventas se van manteniendo”, sostiene Javier Díaz, vendedor de Valencia Muebles, donde se ha percibido que “la gente está remodelando sus casas, está tirando muebles viejos y hay movimiento, sobre todo en relación con sofás y colchón, buscando una calidad un poco superior”, que sean “más cómodos”.
En cuanto a muebles, se suele buscar algo más sencillo y funcional, como por ejemplo “más un bajo para una televisión en lugar de un mueble entero como antes”.