“Antes puede que no se le prestara tanta atención a una ventanita”, pero “ahora la quieren tener mona”. El confinamiento ha dado muchísimo más tiempo para observar cómo tienes las ventanas, el patio o el jardín y preguntarse ‘¿qué me falta aquí?’, con lo que este año hay mucha más gente que “se está planteando más seriamente arreglar sus patios, terrazas y jardines para estar a gusto, bien y tenerlo bonito”.
Puede que se intuya que “vamos a salir menos de lo habitual”, a estar más tiempo en casa, y también que las vacaciones en otras latitudes tengan que esperar, por lo que muchos están invirtiendo ese dinero en “dar color” con plantas ornamentales de primavera e incluso crear su propio huerto en “cualquier rincón del hogar”.
“La pandemia ha hecho cambiar el chip a mucha gente”, comenta Ana Andújar, responsable de Viveros Tian, donde acudieron muchos clientes con cita previa durante las dos semanas de la Fase 1 y desde este martes con la Fase 2 sus instalaciones ya están abiertas por completo con aforo reducido. “La gente estaba deseosa” de que abrieran los viveros y “gracias a Dios” que hemos pasado a la Fase 2 porque había clientes que acudían en la Fase 1 sin concertarlo previamente y no lo llevaban muy bien lo de coger cita y tener que esperar.
También toda esta difícil situación de la pandemia y el confinamiento ha coincidido con la campaña más potente de los viveros con festividades como los días del Padre y la Madre, la Semana Santa y la mayor variedad de plantas en primavera. Se trata de tres meses que se corresponden con “nuestro ochenta por ciento de venta de todo el año”, asegura Andújar, que resalta, no obstante, que lo de “la planta de huerta ha sido increíble. Antes se vendían veinte cajas en toda la temporada y ahora, desde que hemos abierto, diez todos los días”.
Huertecitos
“La gente cultiva su huertecito en casa, se distrae, entretiene y, además, saca producción”, comenta Andújar, que resalta que también se ha incrementado la venta del árbol frutal y de los insecticidas y fungicidas porque “hay bichos a raudales” al no haberse tratado en esta etapa. En cuanto a plantas ornamentales, son muy diversas las preferencias, entre ellas el geranio, la vinca y el hibiscus.
La que se ha ‘cargao’ la situación generada por la pandemia es la petunia, “no hay en toda España”. Es una de las plantas más demandadas en esta época, pero llega al mercado en macetas pequeñitas y, si no se vende pronto para que sea trasplantada en una maceta mayor, se espiga y “se pone fea”.
Las petunias preparadas para la temporada “no se vendieron y se tuvieron que tirar, y, ahora se están semillando nuevas partidas, pero hasta que estén disponibles para la venta va a tardar un poco de tiempo aún”, señala Rafael Alcaide, gerente de Jardimam, donde el ritmo ha sido “frenético” los primeros días de reapertura en la atención a los clientes.
Durante el período más severo del confinamiento, han repartido a domicilio; con la Fase 1 atendido en el vivero o ‘garden’ con cita previa, y desde este martes ya no es necesario concertar la visita previamente, aunque sí con aforo limitado. “Había muchas ganas de dar un poco de color y alegría” a los patios y jardines y “la gente ha venido prácticamente en avalancha a los viveros”
Geranios, vincas, dimorphotecas y rosales son algunas de las plantas de temporada y vivaces más solicitadas en Jardimam, que ha vendido en su servicio a domicilio “muchas plantas de huerto”, la cuales están agotadas en este vivero desde hace tres semanas. “No sé dónde se va a poner tanto huerto, pero nosotros hemos llevado hasta a un balconcito de cuatro metros cuadrados de la calle Paloma una jardinera, con sustrato y planta de tomate”. Se aprovecha cualquier espacio disponible para crear “un huertecito” y con ello embellecer el entorno, entretenerse al tener más tiempo y asegurarse de “saber lo que comes”.
De todo tipo
Clientes de todo tipo, incluidos profesionales, particulares y comunidades de propietarios para poner a punto los espacios verdes de las urbanizaciones, se están pasando por Jardimam, donde el césped artificial es otro de los productos más demandados y también se han agotado las piscinas. “Vendimos una partida pero nuestros proveedores actualmente ya no tienen”.
En Viveros Santi, también se ha notado que “la gente ha salido y está comprando, se ha vendido muchísima planta de huerta y esperemos que en junio, con las vacaciones, la gente arregle los patios y se siga vendiendo”. No obstante, todo “lo que no se ha vendido” en los meses de cierre, durante los cuales se han echado a perder plantas como la petunia o se han tenido que enmacetar otras en recipientes mayores incrementándose el precio, “no se va a vender ahora”, expone Santiago Expósito, responsable de un vivero que buena parte de su actividad la realiza en mercadillos, más de una veintena en las provincias de Ciudad Real y Toledo. A este respecto, se encuentran “en suspense”, a la espera de que en bastantes de ellos se dejen vender plantas y se flexibilicen las normas de actividad y acceso de clientes a los mismos.