El investigador de la UCLM, Christian Gortázar, aboga por realizar pruebas de diagnóstico de Covid-19 a todo el personal de riesgo, como sanitarios, trabajadores y usuarios de todo tipo de residencias, agentes de la Policía y Guardia Civil, cajeras y personal de limpieza, y, por otra parte, realizar muestreos aleatorios con pruebas serológicas para detectar si se ha tenido contacto con el coronavirus y se cuenta, por lo tanto, con anticuerpos con el objetivo de ver en “qué situación nos encontramos, percibir la evolución de la pandemia y prever hasta cuándo durará la misma”, así como el diseño de actuaciones eficaces para atajarla de la manera más ágil posible.
A su juicio, es necesario un riguroso estudio de cómo se está desarrollando esta epidemia, “a quién infecta, quién se recupera, cómo son las proporciones y cómo cambian conforme va avanzando el confinamiento” y otras medidas proclives a acabar con ella.
Con más pruebas, se ganan dos cosas: Por un lado, con las de diagnóstico denominadas PCR, se consigue tener identificados a los infectados y evaluar a sus contactos para llegar a toda la población de riesgo, y, por otro lado, con las de anticuerpos realizadas al azar, siguiendo criterios representativos en los muestreos, se puede determinar la proporción de infectados actual y calcular cuál será la de dentro de un mes, observando si la situación evoluciona a mejor o peor y, en función de ello, “decidir los pasos a seguir en el desescalado, la vuelta a la normalidad”, la cual no tiene por qué ser la misma en una provincia que en otra, en función de la incidencia y circulación que haya tenido el virus.
Al máximo
Para realizar test de forma masiva, hay que “esforzar al máximo la máquina de hacer pruebas”, incorporando todas las capacidades que hay en España, “que son muchísimas y, con ello, ser capaces de ganarle la carrera al virus”, puesto que “ahora vamos por detrás”, mirando los casos que ‘saltan’ y llegan al hospital. A este respecto, comenta que le consta que en la Universidad de Castilla-La Mancha “se pueden hacer más pruebas”, pero “no siempre llegan las muestras para hacerlas”.
La realización de las PCR, con la que se detecta la presencia del virus, es “relativamente sencillo de montar”, y, por ejemplo, el Centro Regional de Investigaciones Biomédicas (CRIB) de la UCLM está validado para hacer estas pruebas, mientras que las serológicas, sobre la presencia de anticuerpos, “no son excesivamente complicadas”. En este sentido, resalta que “en el ámbito veterinario todos los años se hacen millones de pruebas de este tipo”. “Es cuestión de ponerlo en marcha, de empezar a hacer realmente un seguimiento masivo de forma que sepamos por dónde tirar”, subraya Gortázar.
Las pruebas de anticuerpos, que te informan si has tenido previamente contacto con el virus o no y sirven para evaluar cómo evoluciona la situación a nivel poblacional, con un seguimiento casi rutinario y sistemático a partir de una muestra representativa, permiten determinar si actualmente “estamos en un diez por ciento de prevalencia” con lo que habría “una ventana temporal” bastante larga hasta alcanzar el 50 ó 60 por ciento aproximándonos al concepto de la ‘inmunidad del rebaño’, o “si ya estamos en un 40 ó 50, con lo que la previsión temporal sería mucho más a corto plazo”.
Relevante información
“Con muestras bastantes pequeñas se conseguiría una información muy buena. Estamos hablando de doscientas o trescientas personas en una provincia que, si están bien escogidas y estratificadas, de pueblos, ciudades, mayores y jóvenes, nos ofrecerían una gran información”, resalta Gortázar, que indica que sería “hacer unos cientos de pruebas y, a nivel nacional, unos miles para tener información suficiente”, repitiendo las pruebas con “un muestreo similar al menos cada mes o cada dos semanas para ver por dónde evoluciona” la situación y “no dar palos de ciego”.
Gortázar, catedrático del Área de Sanidad Animal de la UCLM que ha sido elegido miembro del grupo de expertos epidemiológicos creado por la Organización Colegial Veterinaria Española (OCV) para aportar la perspectiva veterinaria al seguimiento y control del Covid-19, expone cómo en Corea del Sur se ha registrado un porcentaje bajo de fallecimientos porque, “desde el principio hicieron muchas más pruebas y, a partir de ellas, una política bastante inteligente” de confinamiento, no masivo, sino “esencialmente selectivo de la gente positiva y sus contactos, que son trazados y testados de manera inmediata, recomendándoles confinamiento, y con un buen seguimiento de movimientos a base de aplicaciones”.
El distanciamiento social y control de movimientos son correctas medidas para esta situación, similares a las que se emplean a nivel veterinario en animales para evitar la transmisión de enfermedades, aprecia Gortázar, que resalta la importancia de ampliar la capacidad española de análisis epidemiológico al conjunto de la comunidad científica. A este respecto, subraya que “las capacidades en epidemiología son muy amplias con profesionales trabajando en ella desde las Escuelas de Matemática e Informática hasta los veterinarios, pasando por los epidemiólogos de Medicina”, cuya labor aportando su granito de arena a encontrar recomendaciones de utilidad puede ser muy beneficiosa siempre que tengan acceso a los datos con la necesaria transparencia.