Amante de su tierra y de su pueblo, José Antonio Talavera, alcalde de Almedina, un municipio de apenas 550 habitantes implantado en pleno Campo de Montiel, resalta que a pesar de la incertidumbre propia de los complicados momentos que se viven con motivo de la pandemia, Almedina ha sido “prácticamente un pueblo limpio de Covid”, circunstancia en la que atribuye un papel fundamental a la “ejemplaridad” de los vecinos y vecinas del municipio.
Talavera, que ha hecho balance para Lanza del denominado ‘año Covid’, recuerda como esta población “ha vivido todo este periodo de manera intensa”, a pesar de que “Almedina no ha sido castigada por el coronavirus ni ha habido propagación del mismo, salvo dos o tres casos muy puntuales que vinieron salpicados de otros pueblos, y el fallecimiento de una persona en marzo del año pasado, justo durante el comienzo de la pandemia”.
En este sentido, el primer edil afirma haber pasado “mucha tensión”, puesto que “al tratarse de pueblos tan pequeños, en cuanto se propagase un poquito el virus podríamos correr el riesgo de que se extendiese por todo el municipio”.
Proyecto de industria agroalimentaria sostenible
Pero la vida sigue. Y las localidades y los proyectos deben continuar con su día a día. A pesar de que durante los últimos años Almedina ha ido perdiendo población de manera paulatina, José Antonio Talavera sigue confiando ciegamente en las potencialidades de este municipio. A este respecto, el alcalde destaca que actualmente desde el Ayuntamiento “estamos luchando por tener una economía agroalimentaria y una industria agroalimentaria sostenible que pueda realzar el valor de los productos de la tierra. Y no solo en Almedina, sino también en todo el Campo de Montiel”.
Y ahí es donde entraría precisamente “una segunda fase en la que estamos muy interesados, que se encuadraría dentro del sector secundario, y que consistiría en impulsar la comercialización de los productos que provienen de la agricultura”.
Impulsar el turismo
El turismo es otra de las bazas que pretenden explotar los municipios enclavados en los entornos rurales. Y el Ayuntamiento de Almedina, consciente de este potencial, no quiere dejar pasar ese tren. Según el primer edil, “uno de los objetivos que nos hemos marcado desde el Consistorio pasa por darle un gran impulso al turismo, que constituye un pilar fundamental para esta zona”. A pesar de ello reconoce que en Almedina “aún estamos muy verdes en materia turística”, por lo que “tendremos que desarrollarlo poco a poco, aunque sin desfallecer en nuestra meta”.
Para que este proyecto pueda llegar a buen puerto, “se necesita mucha infraestructura y mucho personal especializado en marketing, así como de universitarios que estudien dichas carreras para que se puedan quedar en nuestra zona y trabajar dentro del mismo sistema. Todo ello le vendría muy bien al pueblo, porque serviría para crear riqueza a la vez que estaría contribuyendo al asentamiento de la población”.
La oferta de alojamientos turísticos con los que en estos momentos cuenta Almedina pasa por una casa rural privada, una casa de turismo rural municipal, gestionada por el Ayuntamiento, y un albergue municipal, también gestionado por la institución municipal”.
Sectores económicos
La agricultura es el principal motor económico en Almedina. De hecho, hasta hace unos años el sector primario representaba uno de los tres pilares sobre los que se sustentaba la economía de la zona. “Hemos tenido tres sectores fundamentales, de los cuales dos han desaparecido. De hecho, junto a la agricultura, que es un sector muy fuerte, anteriormente el sector cinegético también desempeñaba un importante papel, mediante el cual entraban muchos ingresos”. Pese a ello, José Antonio Talavera confía en poder recuperar la actividad de la caza en la localidad, aunque es consciente de que habría que hacerlo “utilizando otro modelo distinto al que había, un modelo que ya se está dando en otras zonas que son perfectamente viables y sostenibles”.
La industria textil también ha sido muy importante en Almedina hace algunos años, una actividad que no solo estaba implantada en esta localidad, sino que lo estaba en todo el campo de Montiel, con la importancia que ello tenía. Y es que la deslocalización de la industria textil “ha perjudicado mucho a toda la comarca”.