Las medidas de protección contra el covid-19 han servido para prevenir todos los virus que se transmiten por vía respiratoria. Como asegura Ramón Garrido, jefe de Pediatría del Hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan, este año prácticamente han desaparecido entre los niños la gripe, el adenovirus y el virus respiratorio sincitial (VRS), principal causante de las bronquiolitis.
“Este año sólo hemos visto un niño con bronquiolitis y no fue por el VRS, cuando en esta época la planta de Pediatría estaría bastante llena de niños con esta patología o con cuadros gripales”, explicó Garrido.
En este sentido incide en que las nula incidencia de las patologías respiratorias este año y no se presentan los casos habituales de niños que van a guardería o escuela que cogen infecciones de repetición, que tras un catarro cogían otro y así sucesivamente.
“La distancia de seguridad, las mascarillas y la higiene de manos han servido de mecanismo protector para todas las infecciones respiratorias en niños y adultos”, destaca Garrido, quien subraya que esta ha sido la principal ventaja de la situación actual y que ha permitido la prevención de las infecciones víricas de la comunidad. “El precio que hay que pagar es llevar mascarilla y tener más cuidado”.
Desarrollo inmunológico
La pregunta que surge ahora a los pediatras es qué pasará con estos niños pequeños que no se han contagiado con virus respiratorios. Para Garrido es muy positivo que los niños de hasta seis meses se salven del VRS, ya que son los que peor pasan esta patología respiratoria y en muchas ocasiones requieren ingreso hospitalario por cuadros de bronquiolitis severa.
“Desde mi punto vista es positivo a nivel inmunológico que esos niños de menos de seis meses no cojan infecciones respiratorias; pero ya a partir de esa edad, con el sistema inmunológico más maduro sería bueno que de vez en cuando se contagiaran de alguno de los virus que circulan en la comunidad e inmunicen su organismo”, explica Garrido.
Ahora hay niños que apenas han contactado con virus desde que nacieron en el último año. Al respecto el jefe de Pediatría del Mancha Centro supone que “cuando abramos la mano y circulen los virus de forma natural, los irán cogiendo, y en vez de cogerlo con 6 meses o un año, lo harán con 2 o 3 años; siempre hay tiempo para ir contactando con esos virus, porque no van a desaparecer”.
En este sentido considera que sería negativo que llegarán a adultos y no hubieran tenido contacto con distintos virus y que luego vinieran epidemias de esos virus, porque tendríamos el mismo problema que tenemos con el covid-19. Ante este panorama para Garrido es positiva una inmunización gradual y progresiva, porque enfrentarse de adulto con virus con los cuales habría que tener contacto en la infancia puede generar en algunos casos problemas más grave.