“Los ingresos son bajísimos. Esperemos que las autoridades lleven razón y a mediados de mayo se vaya desescalonando el confinamiento y llegue cuanto antes la actividad normal”, indica José Antonio Contreras, presidente de la Asociación Local de Taxis, que calcula un descenso aproximado del noventa por ciento en la actividad.
“Somos 47 licencias y trabajamos el cincuenta por ciento un día y el otro cincuenta por ciento la jornada siguiente, turnándose las licencias pares e impares”, como antes se hacía los fines de semana, expone Contreras.
Además de guantes y mascarillas, algunos taxistas han incorporado mamparas de metacrilato entre la parte delantera y trasera, y todos limpian y desinfectan, extremando las medidas de precaución al máximo, asientos, puertas y alfombrillas tras realizar un pasaje.
Los principales usos del taxi actualmente son para desplazamientos a trabajar, consultas sanitarias e ir a la farmacia y la compra, y, respecto a la parada del Ave, se ha notado mucho la reducción en el número de trenes y de pasajeros en cada tren.
Respecto al futuro, Contreras estima que la recuperación va a ser “un recorrido largo”, a un ritmo “muy pausado, despacito”, ‘armándose’ para ello, como ahora, de mucha paciencia.
Cañones de ozono
Además de las mamparas de metacrilato, una de las medidas que se están aplicando en la desinfección de vehículos como los de la Policía Local es la utilización de generadores o cañones de ozono que eliminan todo tipo de virus y bacterias. Se utilizan para desinfectar estancias y en los vehículos se enchufan a elevadores de potencia conectados a la toma del mechero del coche, comenta Carlos Baeza, de Baeza Car-Limpio, que realiza desinfecciones certificadas de tratamiento de ozono a vehículos de la Policía, ayuntamientos, Protección Civil, bomberos y Guardia Civil. En cinco minutos, con estos tratamientos de ozono queda desinfectada una habitación y en unos tres un vehículo.